
Toda persona que tenga en su familia a alguien con problemas de salud mental debe mantener una estricta supervisión, no solo en el cumplimiento del tratamiento médico, sino también en las condiciones del entorno en el que se desenvuelve, advirtió el psicólogo José Manuel Sánchez Bonilla, quien dijo que una crisis puede provocar que una persona con este tipo de padecimientos llegue a autolesionarse o incluso generar daños a terceros.

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Indicó que los más recientes casos donde personas afectadas de sus facultades mentales atentan contra la población, demuestran los riesgos de no mantener vigilancia cercana por parte de sus familiares, pues si bien no es fácil tratar con ellos, en muchos de los casos es derivado del abandono que han tenido desde la infancia.
“Lo primero es la medicación, es el punto central; si no están medicados, la persona de cualquier edad tendrá un conjunto de sentimientos, emociones, ideaciones, alucinaciones que no va a poder controlar y que pueden poner en riesgo su integridad o la de los demás”, explicó.
Sánchez Bonilla reconoció que, en ocasiones, los medicamentos generan estados de somnolencia o tranquilidad que no siempre agradan a los familiares, lo que provoca que dejen de administrarlos. En otros casos, son los propios pacientes quienes fingen tomarlos y los esconden o desechan, lo que desencadena crisis que podrían evitarse con mayor supervisión.

“Muchas veces las personas hacen trampa, guardan o tiran la medicación y entonces se disparan los síntomas; pueden llegar a pensar en morirse o incluso intentarlo. La percepción que ellos tienen puede ser distinta, hay quienes tienen alucinaciones, hay quienes escuchan voces que les dicen qué hacer o no hacer, por eso los familiares deben estar atentos todo el tiempo”, insistió.
Comentó que estas podrían ser algunas de las causas por las que cada vez vemos a personas afectadas en su salud mental deambulando en las calles, sin embargo, sus familiares deberían comprender que están dejándolos solos en una condición que está claro no pueden manejar. Se pueden lastimar ellos solos, pero además, se vulnera a todo un entorno, se ha visto más de una ocasión y esto no puede seguir sucediendo.
Finalmente, el psicólogo recomendó que, además de vigilar el tratamiento, se tomen precauciones en el hogar retirando objetos que puedan representar un riesgo, como cuchillos, sogas, cintas o cualquier artículo con el que una persona en crisis pudiera hacerse daño.