Cristóbal León Campos
Maldito entre los senos del ayuno
sueño con rostros del ayer.
Intranquilo, el enigma se desgarra
entre tu vientre y la memoria.
La palabra escinde al sonido,
naufraga la sonrisa en la bruma
de aquello que una vez murmuré.
En la llovizna, tu piel y mi alma se abrazaron.
Labios sin respiro.
El sentido se estremece como el viento
entre las rocas y los días.
Marchita la esperanza acompaña la angustia:
mi angustia.
La sombra de la quimera
yace junto al letargo de mis pies.
El silencio me aturde.
Una aureola de espejos
da forma a la nueva vida: la sobrevida.
Separada la razón: no comprendo este mundo.
Integrante del Colectivo Disyuntivas