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Cultura

¡¡¡Los Xochimilcas!!!: banda mexicana vanguardista

Edgar Rodríguez Cimé

Yo los recuerdo en mi humilde casa de la Industrial con el disco Los Xochimilcas: cumbias y dengues.

En 1949, el grupo mexicano Hoy Boys es invitado a participar con su música en las fiestas patrias de ese año en la Ciudad de México, pero como sus integrantes vestían traje de etiqueta y no era adecuado para la ocasión, deciden cambiar su nombre por el de Xochimilcas Boys (Muchachos Xochimilcas), junto con su imagen, para estar a tono. Debido al éxito, quedaron como Los Xochimilcas.

Melómano irreverente y bailador ante todo, mi padre: Romeo Rodríguez Toledano, platero de la colonia Industrial, me heredó una pequeña colección de discos de vinil de colección: del rockabilly revolucionario de Jerry Lee Lewis a las excentricidades de este conjunto mexicano iconoclasta: señoras y señores, con ustedes sus majestades ¡¡¡Los Xochimilcas!!!

Inmersos en un racismo interno, con una imagen irreverentemente provocadora se presentan vestidos entre indígenas y campesinos con aura de gagás (viejos chochos), sombreros mexicanísimos, picardía cómica, estrambóticos, burlescos, inclasificables, pero, sobre todo, excelentes músicos en sus instrumentos.

Francisco Martín Armenta, prodigioso trompetista; César Sosa, el Patiño (en verdad actuaba como tal, sin estar en un grupo de teatro), acordeón; Antonio Caudillo, batería; y el showman de “Paco” Gómez García, alias el Glostora”(antecedente del actual Gel para cabello), en el contrabajo, que con trabajo controlaba, y con su diversidad sexual a cuestas actuaba como primer performancero de la banda, al grado de bajar del escenario e ir a sentarse en las piernas de un sorprendido espectador, conformaban el conjunto más iconoclasta y divertido entre los años 50 y fines de los 70 del siglo XX.

Su parteaguas musical fue darle mayor presencia al acordeón (entonces, instrumento poco valorado en México), destacando igualmente por el uso principal de la (prodigiosa) trompeta. Su repertorio musical era inclasificable, pues abarcaba dos líneas melódicas: la afrocaribeña, cómicas cumbias, merengues, danzones o chachachás, intercalada con la norteamericana: blues, swings, boogie-woogie y rocanroles, incluyendo el nuevo sonido de Los Beatles (Los Escarabajos), como en su versión mexicana de “Chilorius” (She Loves You: Ella te ama).

Adelantados a su época (a estos impresionantes músicos yo los compararía con la compañía teatral La Trouppé), dieron origen al futuro concepto de “alternativo” de muchas bandas roqueras contemporáneas (¿verdad, Café Tacuba?) con sus indumentarias estrafalarias, sus fusiones de ritmos y sus performáticas presentaciones que después mostrarían Sid Vicious (The Sex Pistols), Gorgoroth o la misma cantante islandesa Bjork.

Nomás para darse una leve idea de la propuesta irreverente de estos cuatro deschavetados: basaron su look provocador en la estética indígena y campesina para lograr una imagen del mexicano estereotipado de mediados de siglo, y dar como resultado una tropa de músicos y comediantes al estilo de los cómicos Hermanos Marx, pero, como aclara Alejandro Guerrero, de “petatiux”.

Los Xochimilcas: banda adelantada a su tiempo en la diversidad musical, social y sexual.

edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx

Colectivo cultural Felipa Poot Tzuc

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