Por Pedro de la Hoz
Este sábado 8 de diciembre el calendario del 40 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana apunta un acontecimiento especial: la proyección de la película Redes, codirigida por el austriaco Fred Zinnemann y el mexicano Emilio García Muriel, acompañada por la interpretación en vivo de la partitura compuesta para el filme por Silvestre Revueltas, a cargo de la Orquesta Sinfónica del Lyceum Mozartiano de La Habana, conducida por el español Angel Gil Ordoñez.
La copia de Redes podrá ser apreciada como si fuera de estreno, restaurada por la World Cinema Foundation, que preside el realizador norteamericano Martin Scorsese. El director de Taxi driver y Goodfellas, quien predica que “el cine es un alimento para el espíritu, y con cada tramo que se pierde, perdemos un vínculo con nuestra historia y el mundo”, ha facilitado el rescate de los originales de Redes (1936) y Enamorada (1946), de Emilio “el Indio” Fernández.
El paso del tiempo no ha hecho mella en Redes. La excelente fotografía en blanco y negro de Paul Strand continúa siendo una lección visual de alto voltaje poético. El argumento adelantó la senda que desemboca en una cinematografía de vocación social, como la que preconizó muchos años después el Nuevo Cine Latinoamericano, e incluso anticipa algunos aspectos de la estética del neorrealismo italiano.
La historia del pescador veracruzano que no puede salvar a su hijo por falta de dinero, la ardua vida de una comunidad costera, explotada y mal pagada y la toma de conciencia acerca de la necesidad de unir fuerzas para superar la opresión, incluida la intromisión de un demagogo, impacta por su vigencia, en tanto ese es un lugar común visible en muchos países de la región, donde la doctrina neoliberal se ha impuesto como regla.
Si la trama rezuma actualidad, lo es sobre todo por el tono y la altura de la narración fílmica, la solvencia de una buena cantidad de actores no profesionales y la banda sonora compuesta por Silvestre Revueltas (1899-1940).
Nadie duda de su distinción como uno de los mejores compositores mexicanos de todos los tiempos, que desde una óptica nacionalista edificó un repertorio indispensable para entender la identidad cultural trascendida en la música de concierto.
Fue otro notable compositor mexicano, Carlos Chávez, a la sazón director de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública, organismo productor de la película, quien sugirió a Revueltas para la escritura de la banda sonora, ya que a él le era imposible por tareas administrativas.
Revueltas viajó a la comuna pesquera de Alvarado, en Veracruz, para ambientarse durante las filmaciones. Boceteó algunos pasajes, pero solo cuando tuvo ante sí la película en una moviola se lanzó a componer la banda sonora. Fue un trabajo tan minucioso que con toda razón se ha dicho que la afortunada combinación del ojo de Strand con el oído de Revueltas sintetizó con gran fortuna un efecto común que hasta la fecha nos hace mirar esta película impulsados por una irresistible atracción.
Eduardo Mata ha precisado acerca de la partitura de Redes: “Como música incidental, funciona porque complementa perfectamente las imágenes de la película de Zinnemann, y ayuda dramáticamente. Pero igual que sucede con la cantata Alexander Nevski, extraída por Prokófiev de la música para la cinta de Eisenstein, lo que es interesante en Redes son sus valores musicales intrínsecos”.
El filme tuvo su premier en el propio Alvarado el 4 de junio de 1936. Tomando la delantera, Revueltas había estrenado una suite de concierto de la música incidental un mes antes, el 12 de mayo, en el Palacio de Bellas Artes, al frente de la Sinfónica Nacional.
El director español invitado por el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano llegó antes a Revueltas. Tanto en su país natal como en Estados Unidos, donde dirige el colectivo PostClassical Ensemble en Washington, Gil Ordóñez había ejecutado la suite orquestal de Redes, según la versión de 1943 del célebre director austriaco Erich Kleiber, devoto de Revueltas.
Pero al conocer la restauración de la película por la fundación encabezada por Scorsese, grabó nuevamente la partitura original para incorporarla a las imágenes, en un proyecto que trajo como resultado el lanzamiento en formato DVD de Redes, por el sello discográfico Naxos, en 2016.
En aquella oportunidad, Gil Ordóñez declaró: “No exagero al decir que Redes es la mejor obra sinfónica de Revueltas. Pero la pésima calidad de la banda sonora, debido tanto a las limitaciones del registro como a la deficiente interpretación de los músicos de la época, ha impedido que la obra se programe en las salas de concierto. En nuestra versión la sincronización entre la imagen y la música está mucho más lograda. En ese sentido, hemos modificado ciertos tempos de la versión original que resultaban un tanto mecánicos. Frente a la reproducción rígida plano-compás, nosotros hemos optado por la espontaneidad”.