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Cultura

No existe la bonanza en los espacios y eventos culturales

Hortencia Sánchez

No existe la bonanza en los espacios y eventos culturales

Lo he dicho muchísimas veces, no se trata de echar tierra, ni de no valorar los esfuerzos por difundir y promover el arte y la cultura. Sin embargo, la problemáticas que enfrentan los creadores de la escena y los aficionados que asisten a disfrutar de las artes, como una manera de entretenimiento y sensibilización, son muchas. Una de las últimas veces que se señaló fue el 24 de abril del 2015, a través de una nota llamada “Recuerdos de la casa de la cultura y las millonarias inversiones en el Peón Contreras” y nada cambió.

Es necesario dar a conocer que los centros culturales se encuentran descuidados –no todos, aclaro–, pero los más desafortunados son los que utilizan los habitantes de clase media baja. Bastaría darse una vuelta por la Casa de la Cultura del Mayab, que continúa prestando servicios con filtraciones de agua, sin un teatro ni de pequeño formato y un salón que se incendió y todavía no ha sido reparado.

El Centro Cultural del Niño Yucateco no ha recibido, a la fecha, mantenimiento.

En el Centro Cultural de Cordemex hace un año realizaron unos cuantos arreglos, pero nada a profundidad; continúan con salones incómodos, con ventiladores que se echan a perder y los padres de familia tienen que colaborar económicamente para mejorar un poco las condiciones de los espacios donde acuden sus hijos.

El Centro Cultural la Ibérica ya no es el espacio de bellos jardines y salones ideales, por mencionar lo que he visto de cerca.

Es necesario mejorar la infraestructura donde se presta servicio a niños, jóvenes, adultos, adultos mayores y personas con discapacidad. Pero también mejorar las condiciones de los teatros porque es donde se presentan los creadores que trabajan para intentar colaborar con la formación de públicos críticos y pensantes.

Por lo tanto, sería importante realizar una revisión a conciencia para darse cuenta de que en los teatros no existe maquinaria teatral funcional, los equipos son escasos, además de viejos, los trabajadores no cuentan con las condiciones ideales de trabajo; es por ello que los que se presentan en estos espacios tienen que pagar las horas extras y el servicio que se presta durante las representaciones.

El único teatro que ha sido remodelado, una y otra vez, es el Peón Contreras. Nunca entendí para que si ya contaban con la mejor maquinaría teatral, butacas y alfombras ideales, la mayor parte del tiempo quien lo utiliza es la Orquesta Sinfónica. Guardaba la esperanza de que ahora que ya se inauguró el palacio de la música, cambiaran de sede. Todavía lo espero.

Y me refiero a este tipo de espacios que dependen del gobierno, ante lo complicado que resulta para la comunidad teatral acceder a los teatros, donde los apoyos técnicos son escasos, y no porque quienes trabajan ahí los nieguen, sino porque no cuentan con iluminación y sonidos adecuados.

En consecuencia, se han abierto varios foros de pequeño formato por la ciudad, cada uno haciendo lo mejor de su parte para contribuir con la formación de públicos.

Aclaro, nuevamente, que estos señalamientos ya se han hecho con anterioridad, pero es importante que las nuevas autoridades sepan de estas problemáticas y carencias.

Como creadores nos agrada creer que nosotros estamos haciendo muy bien las cosas, por mi parte sé que no es así. Nos falta rigor y honestidad para comentar de frente, y de manera sincera, las carencias de nuestras producciones artísticas, nos falta apoyar más a nuestros compañeros, nos falta cumplir con exigir que los recursos salgan a tiempo para poder pagar a quienes dependen de este recurso, nos falta el compromiso de trabajar y proponer para la comunidad.

Cada día es más complicado contar con recursos para las producciones, ya que somos un sinnúmero de creadores compitiendo por estos y, en cambio, el público sigue siendo el mismo que se divide, por lo tanto, llega de a poco a cada uno de los eventos y los foros.

No existen programas de formación de públicos, de difusión hacia todos los sectores de la sociedad.

No podía permanecer en silencio ante el inicio de las nuevas administraciones de arte y cultura. No podemos engañarnos diciendo que como somos un estado sensible que ama la trova, la comida y la cultura, ya todo está superado.

Existen problemáticas de años que no han sido resueltas, no sé si las autoridades ya se han reunido con la comunidad artística, si tienen claro el panorama de lo que se vive en el día a día en estas áreas

Los creadores son muchos, con distintas perspectivas del arte, de la vida, del compromiso. Ojalá se preste oídos a cada uno de esos creadores y colectivos.

El inicio de gobierno es muy buen tiempo para plantear mejoras en infraestructura y mejores condiciones para los ciudadanos a los que se atiende.

¡Ojalá la cultura y el arte cuente con mejores expectativas!

ritualteatro@hotmail.com

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