Por Ariel Avilés Marín
Definitivamente, hay de presentaciones a presentaciones, y la presentación del poemario Inmóvil en el viento, del laureado poeta yucateco Manuel Tejada, revistió un ambiente lleno de lirismo y emotividad, tanto por parte de la autoridad municipal, como por la sensible calidad de los trabajos de los presentadores, que revistieron una calidad literaria poco frecuente para estos casos.
El Lic. Felipe Ahumada Vasconcelos, director de cultura del Ayuntamiento de Mérida, puso una nota sensible al evento al transmitir la emoción que le embargaba al ser este su último acto en el ejercicio de este cargo público. Por su parte, Nidia Cuan, en la colorida y armónica voz de Karla Marrufo, y José Castillo, nos obsequiaron con sendos textos, llenos de hermosas metáforas y, tan bien logrados, que fueron per se, dos obras literarias más para agregar a la lucida noche de poesía. Redondeó el evento, la precisa, colorida y emotiva lectura que Juan Ramón Góngora hizo de una selección de los poemas de la obra presentada.
No cabe duda que Manuel Tejada es un poeta ampliamente leído; la numerosa concurrencia que, materialmente, abarrotó la Biblioteca José Martí del parque de las Américas es prueba de ello. Su poesía es su mejor tarjeta de presentación en el mundo de los bardos, pues ya ha sido laureado anteriormente. Manuel, en el año 2015, se hizo acreedor al Premio de Poesía “José Díaz Bolio” que otorga el Patronato ProHispen, y en 2016 conquistó el Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Mérida 2016” y con ello, el derecho, hecho realidad ahora, de ver sus versos en letras impresas en una edición del Ayuntamiento de Mérida. Como dato curioso, se comentó con gracia el seudónimo que utilizó en este certamen: “La Chica Marlboro Rojo”, y fue una sorpresa al abrir la plica del poemario triunfador y descubrir que se trataba de Manuel Tejada Loría.
Manuel, licenciado en Literatura Latinoamericana por la UADY, es un destacado periodista cultural en el periódico de la Dignidad, Identidad y Soberanía. El premio recibido en 2016 cuenta con el aval de un jurado de nivel de excelencia en la poesía, pues estuvo integrado por el laureado poeta Rubén Reyes Ramírez, el Dr. Víctor Bravo, catedrático de la Universidad de los Andes, de la Mérida venezolana y por el poeta español, reconocido internacionalmente, Luis García Montero.
La presentación de la obra tuvo dos momentos. El primero de ellos fue presidido por el Lic. Ahumada, la Lic. Liliana Bolio Pinelo, subdirectora de Fomento a la Cultura del Ayuntamiento de Mérida, y el propio poeta. La Lic. Bolio dio los pormenores del certamen en el cual fue premiado el poemario. En su turno, el Lic. Ahumada reflexionó en voz alta sobre la circunstancia de que esta era su última presentación en su calidad de director de cultura municipal. “¡Qué bueno que sea de poesía! recalcó, y bromeando al respecto, comentó que, en las redes sociales es calificado como ‘el peor director de cultura que ha habido en la historia de Mérida””. Siempre con amplia sonrisa, el Lic. Ahumada explicó: “Tomo posesión del cargo y me encuentro un terrible rezago editorial, muchos libros premiados todos, no se habían editado; es por eso que tomo la decisión de no convocar al certamen de poesía, para no generar un rezago mayor. Es muy malo dejar promesas incumplidas. Abatimos el rezago y ahora, no hay pendientes. El 1 de septiembre, me reintegro a la sociedad civil, y desde ahí, reclamaré que se siga editando. Un adiós me separa del cargo pero me une a ustedes”, concluyó.
Enseguida, el poeta laureado tomó la palabra para agradecer el ver su obra hecha realidad en letras de molde. “Realmente muy emocionado; después de una espera de dos años, ahora el libro es una realidad. El apoyo a las creaciones de los poetas debe contar siempre con el concurso de los tres niveles de gobierno”. De inmediato, las autoridades dejan la mesa para dar paso a los presentadores de la obra. El presídium fue ocupado entonces por la Dra. Karla Marrufo, el Mtro. José Castillo Baeza, el actor y director Juan Ramón Góngora y el poeta Manuel Tejada.
Abre programa Juan Ramón con la lectura del poema “Había un Canto”, la privilegiada y bien timbrada voz de Juan Ramón deleitó nuestros oídos con sus atinadas modulaciones y la sensible emotividad de su lectura. Entonces, Karla Marrufo inició su intervención explicando que el texto al que daría lectura es de la autoría de la Dra. Nidia Cuan. Karla inicia su lectura con una hermosa figura: “Inmóvil en el viento, un lugar al cual volver –y de inmediato se pregunta– ¿qué hace a un texto imprescindible? Un libro puede ser muchas cosas, un libro casa, un libro palabra. Hay que destacar por sobre todas las cosas, la honestidad de Manuel en su escritura”; sigue con otras reflexiones: “Mar ¿quién eres?, late el dolor antiguo de lo que no fuimos. ¿Qué hace un animal de mar si no sabe si ha de resistir la tierra?”; las razones toman otros caminos de reflexión: “La tentación de cuidar un pájaro, vida, mientras pasa la vida, ser una criatura de mar expulsada a la tierra. No te expulsa el mar… ¡Es que estás naciendo! La sal es el alimento de los que venimos del mar”, concluyó brillantemente.
Pepe Castillo inicia su intervención compartiendo una reflexión familiar: “Un antiguo novio de mi hermana era buzo, y me hablaba de la profundidad del mar, de la zona abismal, la zona hasta donde la luz no llega ¿cómo puede existir un ser en el abismo? Son puro instinto de supervivencia. ¡Peces luminosos como poemas!”. Señala el sitio del poeta: “Manuel canta desde la profundidad oceánica ‘Soy esta arena desparramada, una voz agonizante; algo se ha perdido entre las olas’. El naufragio, no es una acto, es una condición”, señaló Pepe con vehemencia. Pasa a reflexionar sobre la segunda parte del poemario: “Crónica no de un viaje, sino de un andar a la deriva ¿qué buscamos con el catalejo, si no hay nada? ¡La sirena del poemario! Las sirenas son nuestras, están adentro. El final del libro no nos deja en la oscuridad; la sirena se transforma en un ichthyostega, el primer ser que emerge del mar ¿qué puede nacer desde el sargazo? El pez aprendiendo a caminar, enredado entre las raíces del tiempo. Ya van mis pies sobre la tierra… todavía aprendiendo”, concluyó.
De inmediato, la voz de Juan Ramón nos vuelve a deleitar con sus acariciantes modulaciones con: “Hoja suelta de bitácora” y “Brújula”: “Todos los crepúsculos apuntan al mar ¿qué magnetismo habita en las profundidades? Siempre al sur”.
Para cerrar el evento, las reflexiones de Manuel pone digno broche de oro: “La emoción de entregar el poemario, los taconazos al entrar al recinto (los de mi esposa, claro) (risas). El trabajo colectivo que hay detrás de una edición, el agradecimiento a los que participaron en ella. He caminado en el poema, en la crónica del verso en un instante. La literatura tiene que ser un acto solidario. La poesía es más que un gusto… es una necesidad. La poesía es una señal de nuestra próxima evolución. ¡Todavía aprendiendo… todavía!”.
Salimos de la Biblioteca Martí con el corazón latiendo con fuerza y el pecho agitado por el impulso de la poesía. ¡Muchas gracias a todos los poetas!