Luis Carlos Coto Mederos
Luis GómezV810Perla del Sur
Belleza al sur reclinada
en alabastro marino
bajo el espacio azulino
de la bóveda estrellada.
Nubia perla edificada
que excelsa su brillo exhibe,
jardín de luz que recibe
en alas de miel y sal
el pecho primaveral
con los labios del Caribe
Gardenia de ebria ternura,
eres tú mi cuna amada,
libro abierto a la mirada
vertical de la cultura.
Modelo de arquitectura
y exótico modernismo,
tienes por romanticismo
los delfines que te alfombran
y parques que les asombran
las pupilas al turismo.
Canción que en una piragua
rasgó su más fino tul
para la leyenda azul
de su Castillo de Jagua.
Estuche que arrulla el agua
de tu cuerpo noche y día,
concha del sur, novia mía,
que desde un alto balcón
me pusiste el corazón
sobre mi mano vacía.
Sobre tus viejos tesoros
como engarzados diamantes
están los pechos vibrantes
de Mercedes Matamoros.
Para glorias y decoros
se alza en el Parque Central
la figura universal
de quien una madrugada
fue en el asalto al Moncada
el autor intelectual.
811Castillo de Jagua
Incomparable castillo,
obra del mundo español,
la llama rubia del sol
te fue calcinando el brillo.
Portas por fuerza el anillo
del cocodrilo antillano
y el tiempo que no es en vano
entre tu rostro de piedra
te puso barbas de hiedra
y te arrugó el cuerpo anciano.
Quién no se conmueve al verte,
entre argollas y cadenas
pasas inviernos de penas,
tentatorios de la muerte.
Centro del suplicio fuerte
para la sed criminal,
eres para el mundo actual
cuando la conciencia indaga
la cicatriz de la llaga
del microbio colonial.
Entre paredes y rejas
y calabozos sombríos
se oyen en noches de fríos
sordos torrentes de quejas.
Por tus escaleras viejas
los peldaños se desvían,
por donde tristes seguían
los que con grillos llegaban,
que moribundos bajaban
y cadáveres subían.
A la entrada los cañones
del crimen del feudalismo,
dentro del oscuro abismo
las solitarias prisiones.
Un puente, cuyos tablones
marcan de Plutón su entraña
y para la negra hazaña
puso la infamia de un hombre
una inscripción con el nombre
del más perverso de España.
812Fantasía
Cuando se asoma la luna
en la puerta sideral
se retrata en el cristal
de la callada laguna.
La noche se pone una
túnica de Holanda fina
y en la distancia marina
con sus rayos contribuye
un sol de sangre que huye
y hacia otro mundo ilumina.
Allá con su mansedumbre
se alza la luz coronada,
la verde cresta callada
pintoresca de la cumbre.
El astro rey con su lumbre
de helio gaseoso arde
y la mañana cobarde
es cuando alejarse quiere
una nube que se muere
en el lecho de la tarde.
Viene por la serranía
como brillante serpiente
la incontenible corriente
de un caudal pidiendo vía.
La inmedible lejanía
deja entrever sus jocumas
y en un salón de yagrumas
Favonio deja anunciado
un concierto amenizado
con instrumentos de plumas.
Playas de azules arenas,
olas de grato vaivén,
y las espumas se ven
como abiertas azucenas.
Las costas lucen amenas
a la una y a las dos
y cuando vuelan en pos
las gaviotas por escalas
parecen novias con alas
que nos van diciendo ¡adiós!