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Cultura

Ecos de mi tierra

Nieves Rodríguez Gómez1071Desde niña, caminar …y el camino que serpea

y débilmente blanquea,

se enturbia y desaparece.

Antonio Machado

Desde niña, caminar

fue mi pasión y mi juego.

Más tarde, bien tarde, luego

supe lo que cuesta andar.

Si ahora hay que desandar

y hay que desandar sin tino,

porque es incierto el destino

después de viajar tan lejos,

amo los caminos viejos,

no quiero un nuevo camino.

Siempre el camino, el sendero,

el de atrás, éste de hoy:

el camino donde estoy,

¿el que vendrá o el que espero?

Siempre por el derrotero

que me exige y me demanda.

Padre, ¿por qué no me ablanda

este largo recorrido,

si no sé si me he movido

o si es que el camino anda?

1072Mi abuelo

De mi abuelo, ¡si pudiera

hacer la fotografía!

Por su palidez, diría

que era una estatua de cera.

¡No, lector, perdón, espera!

Estatua no, fue un desvelo

caminante, y por su anhelo

de no soltar el arado

estaba tan encorvado

que casi besaba el suelo.

1073Mi abuela

En el sillón habitual

(roto como su alegría)

se mecía… y se mecía

siempre con un ritmo igual.

Cuando la furia invernal

hacía su aparición

cubría un viejo mantón

(lujo de los tiempos idos)

los huesos más que vencidos

de la anciana y del sillón.

1074

Mi padre

Antes que el sol incendiara

las puntas del lomerío

mi padre bajaba al río

para lavarse la cara.

Me decía: “El agua clara

del río es ‘medesinal’”.

Y yo, detrás, más leal

que Leal su perro anciano

cogiendo el río en la mano

trataba de hacerlo igual.

1075Mi madre

Encorvada lavandera

que sudando su amargura

usaba una piedra dura

en lugar de lavadera.

Del río a la tendedera

iba dando tropezones

y junto a los pantalones

mal pagados de dril cien

iba secando también

su alegría y sus pulmones.

1076Mi niñez

Desde ti, miré la vida

vestido de azul-tristeza;

un rey mago, una promesa

que por nadie fue cumplida.

Una escuela carcomida

de tabla y de guano real;

una choza sin portal;

un frío de muchas noches,

y un enero de reproches

contra un rey sin capital.

Nunca pude disfrutar

la alegría de un juguete;

tan sólo tuve un machete

y una piedra de afilar.

La vida me vio cargar

el hambre de enero a enero,

y como fui compañero

de la llanura y el risco

era un niño más arisco

que las bestias del potrero.

1077Niño limpiabotas

La calle ardiente. Un cajón.

Sangrando tus pies desnudos…

¡Cuántas cadenas y nudos

te amarraban la ilusión!

Allá el cielo de un balcón

exhibiendo sus alhajas…

Y tú, por las calles bajas

del olvido y la blasfemia

entreteniendo tu anemia

con centavos y migajas.

1078Décima

En noches de serenata

la décima representa

a una niña que revienta

las cintas de una piñata.

Qué orgullosa se retrata

en los ríos tembladores

y se llena de colores

cuando se despierta el día

en la roja anatomía

del corazón de las flores.

La vi triste y coagulada

casi en todas mis arterias

cuando cargué las miserias

de una niñez desolada.

La vi despuntar por cada

rendija del bajareque

cuando en momentáneo trueque

de penas por alegría

el guajiro la vestía

de princesa en el guateque.

La supe cuando traía

rotas la blusa y la saya

lanzando en la guardarraya

su grito de rebeldía.

Cuando en una canturía

vestida de ruiseñor

fue el vehículo mejor

que entre las claves y el güiro

utilizaba el guajiro

para transportar su amor.

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