Cultura

MacMillan antes y después de Abbey Road

Los fanáticos de la leyenda y la música de The Beatles festejaron hace apenas unos días el cincuentenario de la toma de una de las imágenes emblemáticas del cuarteto de Liverpool, aquella que muestra a John, Paul, George y Ringo a paso firme sobre la cebra peatonal que atraviesa Abbey Road a la altura del estudio de grabación homónimo londinense.

Todo sucedió el viernes 8 de agosto de 1969. Hacía falta una foto para la portada del onceno álbum de estudio de los rockeros británicos, el cual, no faltara más, tomó el nombre de la calle. Un año después el estudio de la EMI también fue rebautizado como Abbey Road.

La historia de los diez minutos –de las 11:30 a las 11:40 a.m.- que bastaron para tomar la serie de seis fotos de donde se escogería la de la carátula se ha contado más de una vez. De la repercusión del disco registrado y mezclado entre febrero y agosto de 1969 abundan datos.

Fue y es tanta la fama del álbum que pareciera que el autor de la foto, Iain MacMillan, sólo hizo esa foto en su vida. Sin lugar a dudas por ella ganó el crédito más popular de su carrera. Mas no viene mal hurgar en lo que consiguió MacMillan antes y después de Abbey Road. Se lo debemos a un artista que si bien vivió la honra de haber participado en la culminación de un mito –Let it be salió después pero fue grabado antes, por lo que Abbey Road cerró el trabajo de The Beatles en estudios-, poseía ya méritos atendibles cuando recibió el encargo de la portada y alcanzó con posterioridad unos cuantos más.

De origen escocés, MacMillan estudió fotografía en el politécnico de Regent Street en Londres, donde certificó el oficio en 1958 a los 20 años de edad. Se enroló por breve tiempo en cruceros para ganar el sustento hasta que decidió volver a Escocia. En la ciudad costera de Dundee captó escenas callejeras que llamaron la atención a los editores gráficos de The Sunday Times e Illustrated London News, y desde sus páginas, a gente vinculada a los medios intelectuales británicos.

Escaló un nuevo peldaño con el libro La escultura de David Wynne (1949 – 1967), en el que documentó creativamente la obra de un artista reconocido por su refinado sentido de la figuración. Dado también a los retratos escultóricos, Wynne había realizado en 1964 un conjunto en bronce con las cabezas de los cuatro Beatles, que exhibió en Londres, junto con efigies del actor John Gielgud, el violinista Yehudi Menuhin y el gurú indio Maharishi Mahesh Yogi, a quien por cierto facilitó entrara en contacto con los rockeros.

MacMillan tenía que cruzarse con The Beatles. No podía ser de otra manera. Se hallaba enfrascado en el ensayo fotográfico El Libro de Londres cuando retrató a Yoko Ono y dos amigos que se cubrían las bocas con pañuelos. A la japonesa le gustaron los enfoques de MacMillan y por eso le encargó el catálogo de la exposición que ella desplegó a finales de 1966 en la galería Indica, en St. James’s, Londres. Al visitar la muestra, Lennon conoció a Yoko y casi al instante nació una de las relaciones sentimentales más intensas y publicitadas de nuestra época.

Cayó entonces por peso propio el fichaje de MacMillan, vía Lennon, para la foto de la portada del álbum Abbey Road, comienzo del empate del fotógrafo con la industria fonográfica.

Macmillan trabajó para Lennon y Ono hasta 1971. Entre las imágenes al servicio de la pareja se hallan la nube en la portada de Live Peace in Toronto; la gráfica del álbum Some Time in New York City, la foto para la cubierta de una nueva edición del libro de dibujos e instrucciones para dibujar Grapefruit, de Yoko; y las imágenes utilizadas en la presentación del disco de Lennon y Ono Happy Xmas (War is Over).

En años sucesivos lo llamaron directores de arte de los sellos discográficos para contar con sus imágenes y de algún modo se especializó en la escena rockera. Tanto fue así que varias de sus instantáneas engrosaron la serie The Rock ‘n’ Roll Years, de la televisora BBC.

No obstante seguía siendo el fotógrafo de Abbey Road. En 1980 tomó la foto de portada del álbum Hinge and Bracket, una parodia de la foto de Los Beatles. En esa su trabajo se exhibió en los Estados Unidos, Francia, Irlanda y Suecia. El 22 de julio de 1993 fotografió a Paul McCartney sobre la cebra de Abbey Road, en compañía de un perro pastor inglés antiguo. La toma se utilizó en la portada del álbum Paul is Live.

Durante este período tomó cientos de instantáneas de músicos y modelos, incluido el guitarrista de The Who, Peter Townshend; la model star Twiggy y el estadounidense Stevie Wonder.

Tras su muerte en 2006, la obra de MacMillan que no guarda relación con The Beatles y la música ha sido revalorizada. A ello contribuyó la retrospectiva que se exhibió en Dundee en 2010 y el manejo de su patrimonio gráfico a cargo del MacMillan Estate.

La fuerza con que captó el espíritu del inglés y el escocés de a pie en los años 60 y la poesía que impregnó a sus estampas londinenses a lo largo de tres décadas lo sitúan en un rango notable con independencia de la icónica foto beatleriana.