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Cultura

'Eh, Joe y otros textos”, de Samuel Beckett

Por Conrado Roche Reyes

El libro contiene algunos textos de Beckett escritos originalmente en inglés. Y que Mario Benedetti describió como más cerca del refrán metafísico que del teatro. Son tres excelentes textos que, a pesar de ser muy breves, los tres primeros textos preservan la rigurosa intensidad que caracteriza al resto de la obra de Beckett, porque en ésta, como es sabido, se ensancha a las dimensiones de la eternidad, y cualquier fragmento de existencia captado en su dimensión absurda primordial manifiesta ser deudor de la nada y retornar a ella para siempre. Al igual que otros del autor, estos textos, cerrados sobre sí mismos, parecen erigirse al margen del espacio y del tiempo en las frontera de la vida y la muerte, en la inmovilidad de la conciencia, cerca del silencio, en la noche desértica de una existencia reducida a sus datos elementales. Réplica periódica del nuestro, el universo de Beckett reconstituye nuestros mismos laberintos, pero quienes circulan por ellos son seres abstractos, provisorios, equivalentes e irresponsables.

Casi desapercibido en la época de su aparición en 1966, el ensayo sobre la obra de Proust adquiere ahora un nuevo significado en cuanto revela otro aspecto de Becket y sus extraordinarias aptitudes críticas. Beckett mismo lo ha descrito como un examen de “ese monstruo bicéfalo de maldición y salvación: el Tiempo”. Concebido como un solo discurso, este ensayo reflexiona respecto a la incesante modificación de la personalidad que acarrea la acción del tiempo, así como el hecho de una realidad permanente, si la hay, sólo puede aprehenderse como hipótesis retrospectiva. A partir de allí, se ordenan disgresiones sobre la memoria y el hábito, sobre la muerte, el sufrimiento y el tedio; sobre experiencia evocativa y sensación pasada, y por último, sobre las corrientes ideológicas y estéticas que influyeron en el gran novelista francés.

Samuel Beckett nació en Dublín, en1906, de padres irlandeses, amigo, discípulo y traductor de Joyce, se instala en Francia en 1938. En 1945, después de haber escrito varias obras en inglés –entre ellas el ensayo sobre Proust–, comienza a escribir en francés, ya sean novelas o piezas de teatro.

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