Por Sergio Orozco
En el marco de la celebración del 50 aniversario de haber obtenido la medalla de oro en los en los Juegos Olímpicos de México 68, el campeón olímpico Ricardo Delgado Nogales, recibió la tarde de este jueves 26 de octubre, fecha en la que su nombres quedó inscribió con letras doradas en la historia deportiva de nuestro país, un reconocimiento tras haber sido el primer peleador azteca en realizar dicha hazaña, esto luego de vencer en la final de la división de los peso Mosca (48 a 51 kilos), al polaco Arthur Olech.
Fue así que en una sencilla pero significativa ceremonia, el hijo de don Pedro Delgado y doña Fidelina Nogales, Ricardo Delgado Nogales, apodado el “Picos”, por su forma de “calentarse” ante cualquier insinuación, fue homenajeado por un grupo de jóvenes pugilistas y profesores de educación física, quines en presencia de las autoridades le rindieron tributo a esta gran figura del boxeo mexicano.
En esta ocasión los que tomaron la iniciativa para realizar dicho homenaje fueron los profesores Jorge Antonio Pinto y Gonzalo Sandoval García, quienes aprovecharon que este boxeador olímpico oriundo de la Ciudad de México, desde hace varios años radica en Cancún.
En dicho homenaje Ricardo Delgado comentó lo siguiente; “Estoy muy contento por este reconocimiento, lejos de recibirlo y recordar este logro, quiero que los jóvenes y niños que practican deporte entiendan que todo lo que se propongan lo pueden cumplir, siempre y cuando sean dedicados, se esfuercen y trabajen duro, a mí me costó esta medalla, me cerraron puertas y me dijeron que no podía y lo logré”.
Cabe señalar que en este acto estuvieron presentes autoridades del Instituto Municipal del Deporte (IMD), encabezadas por David Martínez, Iris Mora Vallejo y Gabriel Aguiñaga, así como algunos boxeadores de la escuela de Oswaldo “Negro” Carrasco, y el presidente de la Asociación Quintanarroense de Box de Aficionados, Víctor Hugo García.
Ricardo Delgado Nogales nació en la Ciudad de México un 13 de julio de 1947, llegó a la cita olímpica con récord impresionante de 125 triunfos y cuatro derrotas: ante el cubano Luis Sessé, en la final de los Juegos Centrocaribeños San Juan 66, frente a Roberto Cervantes en la final nacional al año siguiente, contra el panameño Orlando Amores, y frente al polaco Olech, en un torneo con sede en Varsovia (1968).
Como profesional, su carrera boxística no fue tan fructífera obligándolo al retiro con 14 ganados, 12 derrotas y 5 empates.
Fue tricampeón nacional entre 1964 y 1966 perdiendo el cetro un año después, y pese a su impresionante palmarés que asombraba al mundo del amateurismo, los entrenadores polacos de la selección preolímpica mexicana, Enrique Nowara y Casimiro Mazek dudaban de su capacidad, por lo que le programaron dos peleas contra Roberto Cervantes, y “el picoso” salió de los encordados con los brazos en alto.
Ricardo recibió numerosos homenajes y reconocimientos. El presidente Gustavo Díaz Ordaz invitó a los boxeadores que ganaron presea olímpica a un desayuno para regalarles un reloj de oro, un juego de plumas y una casa, la de Ricardo se ubica en la Unidad Aragón.