Cuatro años de cárcel: esa es la sentencia que una jueza de Nueva York aplicó a José Maria Marín por aceptar millonarios sobornos en el marco de la corrupción en FIFA
NUEVA YORK, EU, 22 de agosto (AFP).- Cuatro años de cárcel: esa es la sentencia que una jueza de Nueva York aplicó este miércoles al ex jefe del fútbol brasileño José Maria Marín, de 86 años, por aceptar millonarios sobornos, al compararlo con “un cáncer” que carcomió el deporte más popular del planeta.
Marín es el primer gran jefe del fútbol mundial en ser condenado y encarcelado en Estados Unidos en el marco del FIFAgate, el escándalo de corrupción de la FIFA.
El 22 de diciembre pasado un jurado popular lo halló culpable de aceptar 6,6 millones de dólares en sobornos junto a su número dos, Marco Polo del Nero, a cambio de contratos de televisación de la Copa América, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
“Marín dice que ama el deporte, pero él y sus co-conspiradores fueron el mismo cáncer en el deporte que dice amar”, dijo la jueza federal de Brooklyn Pamela Chen al anunciar su sentencia.
Codicioso
Cuando asumió la jefatura de la CBF y comenzó a aceptar coimas, a partir de 2012, Marín tenía 79 años y ya era multimillonario, recordó el fiscal Sam Nitze.
“Era un abogado, fue un servidor público, alguien que tendría que haber actuado mejor. Podría y debería haber dicho que no y exponer la cultura de la corrupción, pero en vez de eso tendió su mano y se unió al juego” de aceptar sobornos, sostuvo la jueza Chen.
“Su crimen fue de pura codicia injustificada”, añadió.
Marín deberá pagar una multa de 1,2 millones de dólares y devolver los casi 3,4 millones en sobornos que recibió de manera personal. También buscó recibir más de 10 millones en sobornos que nunca cobró.
La fiscalía reclamaba 10 años de cárcel, y la defensa decía que debía ser liberado porque cumplió ya 13 meses de prisión (cinco en Suiza y ocho en Estados Unidos), su edad es muy avanzada y su salud muy frágil.
Sus abogados dijeron que Marin padece ansiedad y depresión, tiene problemas digestivos y un zarpullido en todo el cuerpo.
Una audiencia para estimar el monto que deberá restituir a sus víctimas -la FIFA, la Concacaf y la Conmebol- tendrá lugar en octubre. La CBF no se presentó como víctima ante la corte.
“Puedo morir en la cárcel”
Muy delgado y encorvado, el ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) compareció en la audiencia vistiendo un traje de presidiario beige, en vez del elegante traje que llevó en sus siete semanas de juicio. Llevaba el cabello más largo.
No quiso pedir perdón ni mostró remordimientos pero en una carta que leyó ante el tribunal dijo que lamentaba si sus acciones habían perjudicado a alguien. Su abogado, Charles Stillman, dijo que el ex jerarca no sabía que lo que hacía era incorrecto.
Al hablar de su esposa Neusa, que estaba presente en la audiencia, rompió en llanto y se agitó terriblemente.
Sus abogados y la jueza trataron de impedir que continuase, pero él siguió: “Puedo morir en la cárcel (...) ¡La herencia de mi mujer y de mi familia, no les quiten sus medios para sobrevivir!”, urgió mirando al fiscal Sam Nitze, en referencia a las multas y restituciones que deberá pagar.
“Estoy muy enfermo (...) Ya soy un hombre sin futuro”, dijo.
Marín dijo que el fútbol era su gran amor y que como futbolista profesional pudo financiar su carrera de abogado, pero que desde que fue arrestado el 27 de mayo de 2015 en un hotel de Suiza a pedido de Estados Unidos el deporte rey se ha convertido para él en “una gran pesadilla”.
También contó que su familia vive en Brasil “un verdadero infierno”.
EN MONTEVIDEO, Primero fue el caos y ahora escándalo: la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) parece no encontrar la paz tras la renuncia de su presidente, y la FIFA tomó cartas en el asunto y también el control de la federación.
La noticia, que se conoció en la tarde del martes, desató una frenética corrida en busca de una solución que evitara la pérdida de autonomía del organismo. Pero todo indica que, salvo decisión en contrario del órgano rector del fútbol mundial, la AUF, que dirige los destinos del fútbol uruguayo, se verá forzada a seguir las órdenes de la FIFA.
La decisión
La decisión fue informada mediante una misiva fechada en Zurich: nombrará un “comité de regularización” para la AUF, la federación que entre otras cosas tiene a su cargo la definición del equipo técnico de la selección que quedó quinta en el Mundial de Rusia dirigida por Oscar Tabárez, actualmente sin contrato.
La medida de FIFA se basa en una recomendación de la Conmebol sobre el proceso electoral que debe elegir al sucesor de Wilmar Valdez, ex presidente de la AUF que a fines de julio renunció a su cargo y a presentarse a una reelección.
Valdez dejó la AUF en medio de un escándalo por audios en los que, según la prensa local que tuvo acceso a ellos, denuncia favoritismo del gobierno y en particular del Ministerio del Interior hacia una empresa en la licitación de cámaras de seguridad para el estadio Centenario, y sobornos.