La negra historia de los Patriotas de Nueva Inglaterra comenzó el 3 de febrero del 2002 cuando, tras llegar como supuestas víctimas al Super Bowl XXXVI contra los Carneros de San Luis, un gol de campo de Adam Vinatieri les dio el primero de sus 5 títulos de la NFL (2002, 2004, 2005, 2015 y 2017).
Las teorías de la conspiración decían que los Pats triunfaron aquella ocasión porque el gobierno de EU le pidió a la NFL que se les diera el título para levantar la moral de los gringos tras los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre.
Pero lo cierto fue que años después algunos ex empleados de Nueva Inglaterra confesaron que habían robado los libros de jugadas de los Carneros, en un escándalo que se conoció como Spygate.
En 2007, tras un duelo ante los Jets de Nueva York, se reveló que el coach Bill Belichik había mandado a uno de sus asistentes a espiar al equipo contrario. El método que utilizaba era enseñar a sus ayudantes a leer labios, para así filmar las jugadas de los equipos rivales y siempre estar preparado.
En la NFL realmente no es ilegal grabar jugadas, pero desde ciertas partes del estadio. Las cintas de los Patriots habían sido grabadas en partes en las que no estaba permitido. Por ello, Eric Mangini, coach de los Jets, sintió “como que Bill tenía el antídoto a todas mis jugadas”.
Por ello, decidió revisar las cámaras de seguridad del estadio, mismas en las que encontró a un sujeto sospechoso que de lejos grababa lo que decía su coordinador defensivo. El comisionado Roger Goodell multó a los Pats con medio millón de dólares, además de retirarles su primera selección el Draft de 2008.
Ah, pero eso no fue todo, pues el 1 de febrero de 2008, 2 días antes de que Nueva Inglaterra enfrentara a los Gigantes en el Super Bowl XLII, Matt Walsh, ex asistente de video de los Patriotas, declaró que, previo a la final contra los Carneros, se le pidió que hiciera algo contra las reglas, pero como no aceptó lo despidieron.
Walsh no había podido hablar por haber firmado un contrato de confidencialidad de 7 años, pero cuando pudo hacerlo no dudó en calificar al equipo de tramposo.
El último escándalo de Nueva Inglaterra ocurrió en la final del Campeonato de la AFC de 2015, generalmente conocido como Deflategate, fue cuando se acusó a Patriotas por desinflar deliberadamente los balones en el partido contra Potros de Indianapolis el 18 de enero de 2015.
La liga anunció el 11 de mayo que Tom Brady sería sancionado con 4 partidos de suspensión en la temporada de 2016.