Juan Diego Casanova Medina
La Liga Mexicana de Béisbol (LMB) comenzó a buscar al sucesor de Javier Salinas para dirigir el longevo circuito y darle puntual cumplimiento a los asuntos que su agenda demanda de cara a la próxima temporada 2020. Avanzar o retroceder, es el dilema de los dueños de equipos que tienen una tarea fundamental: seleccionar a la persona idónea, con un perfil de mayor capacidad, a un auténtico líder y no incurrir en la improvisación como sucedió con el anterior presidente que estuvo al frente en un mini período de dos años.
Le dieron la oportunidad a un especialista en el fútbol y las consecuencias no se hicieron esperar. Les hizo creer al pleno de la LMB que el éxito estaría asegurado si se implementaba un torneo de dos temporadas similar al formato que utiliza la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
No midieron el impacto que tendría entre la afición la realización de los dos torneos, ya que el sistema de competencia en el balompié y el béisbol son disímiles y, por lo tanto, el éxito que observa el primero no le favoreció, en su aplicación, en el rey de los deportes, con la baja asistencia en los estadios, un día sí y al otro también.
El éxito, probablemente estaría asegurado, si el calendario del béisbol incluyera un partidos semanal como se hace en el balompié, en el cual, un equipo juega en su Estadio dos veces en un mes y no dos series en una semana, cada una de tres juegos, que al mes hacen un total de 12 juegos.
Nombres van nombre vienen pero el que llama la atención es el de David Braverman, periodista de béisbol que suena entre los posibles candidatos y que goza de las simpatías de cuando menos seis clubes de la LMB.
En redes sociales, de acuerdo a varias encuestas, también se encuentran Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte de la Ciudad de México y Amador Gutiérrez, vicepresidente de los Tigres de Quintana Roo.
El guía que necesita la LMB es la persona que sabe a dónde va y los demás le siguen, y quien además de cumplir con ciertas cualidades propias de su liderazgo como son la confianza, autodominio, justicia, decisión, carisma, planificación, ser respetuoso, tolerante, entre otras, deberá conformar un equipo de trabajo creativo para llevar a la Liga a un rumbo definido.
Encontrar el equilibrio entre esas formas, no aplicar unas mejor que otras, permitirá llegar a convenios satisfactorios y se producirán los resultados esperados.
La historia, reciente o pasada, está llena de modelos exitosos y de grandes fracasos, por lo tanto, los grandes líderes están constantemente aprendiendo. Tener la mente abierta a nuevas ideas y posibilidades será fundamental en la gestión del nuevo titular de la Liga Mexicana.