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Polvo de Estrellas

Gabriel Zapata Bello

El basquetbol con patines, hace cien años en Yucatán

Cuando los patines ajustables de cuatro ruedas se empezaron a producir en serie a finales del siglo XIX, pronto se volvieron una moda entre los niños y jóvenes de la época. En la Ciudad de México en 1895 se construyó una pista de patinaje de madera en la Alameda que fue muy concurrida, lo que no impidió que el ímpetu juvenil sobre ruedas se trasladase a las calles de la capital y molestara en cierta medida a los transeúntes y autoridades.

Al llegar estos aparatos a la ciudad de Mérida no fueron tan exitosos al principio, debido a que la capital yucateca, en los primeros años del siglo XX, aún no contaba con calles pavimentadas, lo cual no propiciaba el uso de los patines fuera de las terrazas e interiores de las casonas de los miembros de las clases altas de Yucatán.

Sin embargo, las necesidades de recreación y el ingenio de los jóvenes deportistas meridanos motivaron el uso de los patines combinándolos con otros deportes de moda entre la juventud, como fue el caso del basquetbol con patines, el cual aprovechaba las canchas de baloncesto de cemento que existían en Mérida, como las del Instituto Literario del Estado y de la Escuela Modelo. Para 1919 ya se jugaba en Mérida esta divertida combinación de basquetbol en patines1, con las mismas reglas del baloncesto consistentes en conducir el balón botándolo con una mano y pasándolo entre los integrantes de una quinta, para buscar un enceste en el tablero contrario instalado a una altura de casi 3 metros; se daba dos puntos por enceste o gol al equipo anotador. Se trataba de una actividad dinámica, que además de la destreza de conducir, botar, pasar y lanzar la pelota, requería del equilibrio para rodar y sostenerse en los patines.

En abril de 1929 el Círculo de Estudiantes Preparatorianos llevó a cabo un campeonato de básquet con patines en el patio central del Instituto Literario del Estado en el que se convocó a equipos de los diferentes suburbios de la capital yucateca. El primer partido celebrado fue entre los Atléticos de San Juan y los Tigres de Santiago. La crónica de la época describió el evento como “un espectáculo no vulgar y pocas veces visto en Mérida, desde mucho antes de la hora anunciada el viejo Instituto se encontraba totalmente lleno.”2

El juego se efectuó en medio de mucha animación y resultaron ganadores los Atléticos con un marcador de 10 por 6. Por los vencedores se distinguieron Luis Novelo y Ávila; por los Tigres destacaron Orlando Vázquez, Agustín Franco y Cámara; como réferi fungió Orlando “El Tucho” Medina. En el torneo, que tuvo bastante éxito entre la juventud, participó también el equipo Águilas de Santa Ana.

Lo vistoso y dinámico del básquet con patines a finales de los veintes animó también a los jóvenes de Progreso, quienes realizaron partidos de exhibición los domingos por la mañana en el Cine Teatro Principal del puerto, entre el equipo local denominado Los Vaselinas en contra de equipos de los suburbios de la capital meridana. Los progreseños envaselinados eran Carlos y Antonio Moncada, Luis Felipe y Hernán Morales Medina, Manolo Sánchez, Andrés García Morales, Bolívar Lizama, Francis Repetto y El Diablo Baqueiro.3

Al apaciguarse la moda de los patines, este deporte se fue extinguiendo en nuestro medio; sin embargo, en varios países aún se practica y conoce como roller basket, el cual cuenta con ligas organizadas en Argentina, España, Alemania, Holanda, la India y el Reino Unido.

1 La Revista de Yucatán, 10 de agosto de 1919, p.10.2 Diario de Yucatán, Primer juego de basket ball con patines, 5 de abril de 1929, p. 63 Cien años en un enceste. El basquetbol en Yucatán 1916-2016, CEPSA, Mérida, Yucatán, 2016, p. 86.

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