
Christian Horner ha concluido oficialmente su vinculación con Red Bull Racing tras alcanzar un acuerdo de desvinculación cuyo monto, aunque mantenido en confidencialidad, se estima cerca de los 100 millones de dólares, cerrando así dos décadas de liderazgo que transformaron a la escudería en una potencia dominante
El británico fue apartado de sus funciones operativas tras el Gran Premio de Gran Bretaña en julio de 2025, en medio de una compleja lucha de poder dentro de la estructura corporativa de Red Bull. Aunque permaneció como empleado durante varios meses, finalmente se retiró de los consejos directivos de Red Bull Racing, Red Bull Powertrains y Red Bull Applied Technologies en el Reino Unido.
Su contrato original tenía vigencia hasta 2030, circunstancia que explica la magnitud de la compensación económica recibida por su salida anticipada
Mensaje de despedida institucional
En un comunicado distribuido por la escudería, Horner expresó: "Liderar Red Bull Racing ha sido un honor y un privilegio. Cuando comenzamos en 2005, ninguno de nosotros podía haber imaginado los campeonatos, las victorias y los recuerdos que construiríamos. Estoy increíblemente orgulloso de lo que logramos como equipo".
El ex CEO subrayó que su mayor satisfacción fue conformar y liderar un grupo de ingenieros y talentos que transformaron una simple filial de una empresa de bebidas energéticas en un coloso capaz de desafiar y derrotar a marcas automotrices históricas.
Oliver Mintzlaff, CEO de Proyectos Corporativos e Inversiones de Red Bull, reconoció la labor del británico: "Queremos agradecer a Christian por su excepcional labor durante los últimos 20 años. Con su compromiso, conocimientos y pensamiento innovador, fue clave para convertir a Red Bull en uno de los equipos más exitosos de la Fórmula 1".
Bajo el liderazgo de Horner, la escudería conquistó ocho títulos de pilotos (cuatro con Sebastian Vettel y cuatro con Max Verstappen), además de seis campeonatos de constructores, consolidando su hegemonía en diferentes etapas de la categoría.

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Estos logros posicionan a Horner como uno de los directores más exitosos en la historia reciente del automovilismo, comparable con figuras legendarias del deporte.
Factores de la ruptura
La separación no se explica por un único factor. A las tensiones internas se sumó una investigación por conducta inapropiada, de la que fue absuelto pero que debilitó su imagen; además, el creciente poder que acumuló dentro del equipo incomodó a sectores influyentes del consorcio, incluyendo a Jos Verstappen, padre del actual tetracampeón.
La prensa alemana relató que, días antes de su despido, Horner organizó un evento privado en su finca de Oxford al que no asistieron ni Chalerm Yoovidhya (accionista principal) ni Max Verstappen. Esa ausencia fue interpretada como un signo de distanciamiento que precipitó su salida.
Más allá de los logros deportivos, Horner se convirtió en una figura mediática global. Su matrimonio con Geri Halliwell (ex Spice Girl) y su papel protagónico en la serie "Drive to Survive", donde su rivalidad con Toto Wolff (Mercedes) se volvió un eje narrativo central, lo llevaron más allá de los paddocks.
También fue responsable de fichajes estratégicos, como el de Sergio 'Checo' Pérez, quien junto a Verstappen protagonizó una de las etapas más exitosas de Red Bull antes de su propia salida a finales de 2024.
Futuro incierto en la F1
Aunque su salida de Red Bull es definitiva, su futuro en la Fórmula 1 no está cerrado. Algunos rumores lo vincularon a Alpine, pero Renault desmintió la venta del equipo. Cadillac F1, que debutará en 2026, también descartó su llegada. Ferrari, en su momento interesado, renovó el contrato de Fred Vasseur, cerrando esa posibilidad.
Con apenas 51 años, Horner aún tiene margen para regresar a la categoría que lo convirtió en un referente, una vez que se aclaren sus restricciones contractuales.