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No pierdas músculo después de los 40: Estrategias claves para un envejecimiento saludable

La pérdida de masa muscular comienza a los 30 años y se acelera después de los 40. Descubre cómo el entrenamiento de fuerza puede ayudarte a mantener la salud y prevenir enfermedades.
Adoptar una rutina de ejercicio regular puede marcar la diferencia entre un envejecimiento activo o una pérdida acelerada de funcionalidad
Adoptar una rutina de ejercicio regular puede marcar la diferencia entre un envejecimiento activo o una pérdida acelerada de funcionalidad / Especial

A partir de los 30 años, el cuerpo humano experimenta una pérdida gradual de masa muscular, un proceso conocido como sarcopenia.

Se estima que cada década se pierde entre 3 por ciento y 8 por ciento del tejido muscular, y al llegar a los 40 años, esta disminución se acelera. Si no se toman medidas, hacia el final de la vida, una persona podría haber perdido entre 30 por ciento y 40 por ciento de su masa muscular.

Esta reducción no solo afecta la fuerza, sino que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, obesidad e hipertensión.

Sin embargo, estudios han demostrado que el entrenamiento de fuerza puede ralentizar y revertir este deterioro, ayudando a preservar la movilidad, la independencia y la calidad de vida.

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Principales cambios físicos después de los 40

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta diversas transformaciones:

  1. Pérdida de fuerza y masa muscular: La musculatura es reemplazada por tejido adiposo y conectivo, reduciendo la capacidad funcional y favoreciendo el aumento de peso.
  2. Disminución de la densidad ósea: La masa ósea empieza a reducirse entre un 0.5% y 1% anual, aumentando el riesgo de osteoporosis, especialmente en mujeres posmenopáusicas.
  3. Reducción del metabolismo y cambios hormonales: Se queman menos calorías diarias, afectando la composición corporal. Además, la producción hormonal disminuye, impactando en la recuperación muscular y la energía.

Cómo entrenar a los 40 y más: Claves para un cuerpo fuerte y saludable

1. Prioriza la Regularidad. El entrenamiento de fuerza debe realizarse al menos dos veces por semana con sesiones de 30 a 60 minutos. La constancia es clave para obtener resultados, ya que largos periodos de inactividad revierten los avances logrados.

2. Planifica Entrenamientos Completos. Cada sesión debe incluir ejercicios para todos los grupos musculares, evitando entrenamientos desequilibrados. Se recomienda comenzar con 10 ejercicios básicos por sesión e ir ajustando la intensidad con el tiempo.

3. Aumenta la Intensidad de Forma Progresiva. Los músculos y articulaciones pierden elasticidad con la edad, por lo que el incremento de peso debe ser gradual. Una estrategia efectiva es entrenar hasta el agotamiento muscular local y ajustar la carga según la duración del esfuerzo:

  • Más de 90 segundos: Aumentar el peso en 5% la siguiente sesión.
  • Menos de 60 segundos: Reducir el peso en 5%.
  • Entre 60 y 90 segundos: Mantener la misma carga.

4. Evita Movimientos Explosivos y Rápidos. El riesgo de lesiones aumenta con la edad. Para maximizar la seguridad y efectividad, los movimientos deben ser lentos y controlados, permitiendo trabajar con menos peso pero logrando los mismos efectos sobre el músculo.

5. Respeta el Descanso y la Recuperación. Después de una sesión intensa, el cuerpo necesita al menos 48 horas para recuperarse. Es durante el descanso cuando los músculos se reparan y fortalecen. No respetar este tiempo puede provocar fatiga crónica y lesiones.

Sin lugar a dudas, el envejecimiento es inevitable, pero sus efectos pueden controlarse con un enfoque adecuado en la actividad física y el entrenamiento de fuerza.

Mantener la masa muscular después de los 40 no solo mejora la apariencia física, sino que previene enfermedades, fortalece los huesos y aumenta la calidad de vida.

Adoptar una rutina de ejercicio regular y progresiva puede marcar la diferencia entre un envejecimiento activo y saludable o una pérdida acelerada de funcionalidad. ¡El mejor momento para empezar es hoy!

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