
El calendario astronómico de 2025 continuará ofreciendo espectáculos celestiales con la llegada del segundo eclipse lunar del año, programado para el domingo 7 de septiembre.
Este fenómeno promete convertirse en uno de los eventos más fotografiados y observados del hemisferio oriental, aunque dejará a México, por lo tanto también en la Península no se verá y en gran parte del continente americano.
Un eclipse lunar representa una configuración astronómica excepcional donde la Tierra funciona como escudo cósmico, interponiéndose precisamente entre el Sol y la Luna. Esta alineación geométrica requiere una precisión casi perfecta entre los tres cuerpos celestes, condición que solo se cumple durante la fase de luna llena.
El fenómeno transforma temporalmente nuestro planeta en un gigantesco proyector de sombras, creando un teatro cósmico donde la Luna se convierte en la pantalla que recibe el espectáculo de luces y sombras terrestres.
NASA ha confirmado que el eclipse alcanzará su punto culminante aproximadamente a las 23:30 horas del 7 de septiembre, momento en que la totalidad del fenómeno se manifestará con mayor intensidad. Durante esta fase, la Luna adquirirá el característico tono rojizo que le otorga el sobrenombre de "Luna de Sangre".
Esta denominación popular refleja la transformación visual dramática que experimenta nuestro satélite natural, pasando de su luminosidad plateada habitual a una tonalidad cobre-rojiza que ha fascinado a la humanidad durante milenios.