La convivencia en La Granja VIP comenzó a mostrar sus primeras fisuras cuando los problemas por la comida y el presupuesto limitado desataron un conflicto que tiene como protagonista a Manola Díez, quien tomó una decisión drástica que ha puesto en alerta a todos sus compañeros.
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La celebridad explotó al estar limitada de algunos productos de la despensa del reality show y, en respuesta, decidió declararse en huelga de hambre, negándose a cenar y anunciando que no volverá a trabajar en las labores del programa.
El detonante: una taza de café negada
Todo comenzó cuando Manola Díez quiso tomar una taza de café después del desayuno, pero sus compañeros le señalaron que, debido al poco abastecimiento de este producto en la despensa, no era conveniente que lo consumiera en ese momento.
La actriz y conductora se sintió señalada y ofendida por lo que consideró una negativa injusta, argumentando que ella trabaja arduamente todos los días con los animales y en las diligencias que implica estar en La Granja VIP.
"A mí no me niegan ustedes nada, yo también trabajo y yo también merezco", exclamó Manola Díez frente a sus compañeros durante la hora de la cena, antes de retirarse enojada de la cocina.
Presupuesto reducido genera tensión
El conflicto surge en un contexto complicado para los habitantes de La Granja VIP, quienes esta semana enfrentan una reducción significativa en su presupuesto para alimentos.
Las reglas del reality se están cumpliendo al pie de la letra, aunque esto no sea lo más conveniente o cómodo para los granjeros, quienes deben acatar que tienen menos alimento disponible para cada uno de los participantes.
Esta situación ha obligado a los famosos a realizar estrategias para cuidar cada producto de la despensa, desde el café hasta el pan, racionando todo para que alcance durante la semana.
"No es justo", reclama Manola
Manola Díez manifestó su desacuerdo con la forma en que se están manejando los alimentos, señalando que otros compañeros comen a deshoras y nadie les menciona nada, mientras que a ella le cuestionaron su consumo de café.
La actriz argumentó que no creía que fuera justo que se le limitara cuando ella cumple con todas las labores y responsabilidades dentro del programa, trabajando diariamente con los animales y participando activamente en las actividades de la granja.
Ante esta postura, Manola tomó la decisión de no consumir ningún alimento durante la cena, lo que alertó inmediatamente a todos sus compañeros sobre la gravedad de la situación.
Los habitantes de La Granja VIP trataron de hacer entender a Manola Díez la situación real que enfrentan con la comida y las razones detrás de las restricciones.
Jawy y Kim Shantal, entre otros compañeros, intentaron calmar la situación mencionándole que al día siguiente podría tomar café sin ningún problema, pero la conductora se mantuvo firme en su postura y siguió enojada.
Incluso Lola Cortés y El Tío Pepe intentaron posteriormente convencer a Manola de retirar su huelga de hambre, pero sus esfuerzos no lograron cambiar la decisión de la actriz.
"No volveré a trabajar más"
Además de negarse a comer, Manola Díez añadió otro elemento de presión al anunciar que no trabajará más en La Granja VIP, una declaración que ha generado preocupación entre los productores y sus compañeros.
Esta amenaza implica que la actriz no participaría en las labores diarias que cada granjero debe realizar para mantener el funcionamiento del lugar, lo que podría afectar la dinámica general del programa.
La postura de Manola ha dividido opiniones entre los participantes, algunos comprenden su molestia mientras otros consideran que debe adaptarse a las reglas del juego.
Reunión de emergencia entre granjeros
Más tarde, después del incidente, los granjeros se reunieron para compartir su sentir respecto a lo que sucede con Manola Díez y el conflicto alimentario que está afectando la convivencia.
Los participantes llegaron a la conclusión de que todos tendrán que seguir las reglas establecidas para lograr una mejor convivencia en La Granja VIP, especialmente mientras no logren conseguir un mejor presupuesto para la despensa.
La situación ha puesto en evidencia los retos de la convivencia cuando los recursos son limitados y las necesidades individuales chocan con las decisiones colectivas.