Antropólogo Jorge Franco Cáceres
Admítase o no, ante los poderes de la Cuarta Transformación (4T) solo hemos registrado grupos reactivos en México, los que no pueden ser reconocidos y menos ponderados como organizaciones de oposición, porque solo exponen sus reclamos al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en medios masivos, y se limitan a presentar sus quejas en redes sociales contra el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Dentro del Congreso de la Unión, se dedican a hacer argüendes para luego votar en contra de las iniciativas procesadas.
No se les puede considerar para nada como oposición organizada, por emprender campañas difamatorias desde Twitter y Facebook, las que siguen careciendo de plataformas políticas y programas sociales que reflejen sus posturas históricas. Sí, hablamos de que prefieren retóricas publicitarias en vez de compromisos democráticos que les permitan aspirar a manifestaciones nacionales de medianas dimensiones, y que les sirvan también para obtener respuestas ciudadanas de acuerdo con sus enojos contra los poderes del Estado mexicano.
Las consignas de los grupos reactivos que más se promueven desde las plataformas digitales no pasan de ser etiquetas fanáticas sobre asuntos particulares: #AMLORenuncia, en reclamo a la cancelación del aeropuerto en Texcoco o por rechazo a las consultas populares a mano alzada, por el combate al robo de combustible con ayuda militar, por los recortes administrativos, por programas clientelares, etc. No pueden considerarse respuestas serias y responsables a las iniciativas de la 4T.
Tampoco hay movilizaciones de los grupos reactivos del PAN, PRI, PRD, MC, etc., que hayan tenido relevancia política y aceptación social a partir de sus convocatorias en las redes sociales. Ni siquiera las promovidas desde Facebook por Futuro 21, con perredistas como el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, el exlegislador Fernando Belaunzarán Méndez, etc., las cuales solo han logrado agregar a ellas a los advenedizos Chalecos México de Alejandra Morán Ramírez y otros colectivos minoritarios.
Uno de los mayores fracasos de los grupos reactivos fue el evento convocado desde Facebook con el título “Marcha Nacional #AmorPorMéxico”, que apenas reunió cerca de mil asistentes y logró menos de dos mil quinientos interesados. Por el estilo, han convocado diversas marchas de perfiles golpistas para exigir la renuncia del Presidente de la República, objetando que los más de treinta millones de votos que obtuvo en la elección del 2018 no corresponden a la mayor parte de la población mexicana. Desde luego, no reparan en que fueron votos legítimos y no resultado de votos comprados con recursos públicos o resultados de operativos partidistas de falsificación de votos.
Otra de las calumnias más instrumentadas en las redes sociales por los grupos reactivos ha sido la supuesta intención del jefe del Estado mexicano de reelegirse. Las voces recalcitrantes de la presunta oposición que convoca a las protestas a partir de invectivas han insistido en ruedas de prensa que persistirán contra las políticas
de AMLO que consideran autoritarias. Vicente Fox Quesada, recurriendo una y otra vez a falsos positivos e insultos vulgares, ha logrado convertirse en una voz utilitaria de los grupos reactivos desde sus alucinaciones seniles contra la 4T.
En conclusión, podemos decir que ninguna convocatoria a protestas o marchas en Twitter o Facebook ha significado algo a favor de los grupos reactivos que haga considerarlos una verdadera oposición a los actuales poderes del Estado mexicano.
A decir verdad, las acciones “opositoras” han generado más opiniones favorables que rechazos personales al presidente López Obrador, debido a los fallidos hashtags utilizados. Se trata de etiquetas cuyos creadores pretenden convertir en emblemáticas de lo que supuestamente representan para ellos, el descontento y malestar de los mexicanos. Hashtags como #AMLORenuncia, #AMLOFracasoPresidencial, #AMLOEsUnPeligroParaMéxico y otras, no han servido para nada como discurso opositor a AMLO y MORENA.
Y ante el fracaso de los grupos reactivos para convocar protestas y marchas nacionales, ha comenzado a difundirse recientemente videos patrañeros o grabaciones manipuladas desde sus guiones y montajes, en los que se emplean imágenes de mujeres y niños solicitando al presidente de la República que les proporcionen medicamentos indispensables y otros respaldos vitales como alimentos y cobertores.
Sin lugar a duda, se trata de otras de tantas campañas inútiles que veremos de las reacciones partidistas y las oposiciones sectoriales contra la 4T.