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Entretenimiento / Virales

De la Biobibliografía de Armando Hart Dávalos hasta 1976

La poesía también se hace con los actos.

Eliseo Diego

Antecedentes, de los abuelos, los padres y la familia hasta 1930 (Parte I)

El libro titulado Biobliografía del Dr. Armando Hart Dávalos, tomo 1, de la Colección “Cuba, una Cultura de Liberación. Selección de sus escritos 1952- 2017”, en su primer volumen hasta 1976 contiene: los antecedentes de la familia Hart Dávalos; apreciables datos de su infancia, adolescencia y primera juventud; su vida como estudiante de la Universidad de La Habana; los hitos de su trayectoria como protagonista de la lucha insurreccional contra la tiranía y sus textos activos iniciales, desprendidos de esa intensa y valiosa vida al servicio de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. Asimismo, esta servidora junto a la Dra. Araceli García Carranza incluimos en este primer volumen, el alcance de su decisiva gestión en el naciente Ministerio de Educación del Primer Gabinete del Gobierno Revolucionario, para concluir con el inmenso trabajo que ofreció a nuestro pueblo desde sus responsabilidades en el Partido Comunista de Cuba, entre 1966 y 1976, primero como secretario de Organización y luego como primer secretario en la provincia de Oriente. Desde luego, que en este volumen también aparecen los asientos de su repertorio bibliográfico correspondientes a los años de 1952-1976, etapa en la que el Dr. Hart realiza una obra de carácter político, educativa, social y económica de la que se desprenden sus conocimientos y su creatividad; por eso el análisis de cada texto nos permite conocer el legado del tenaz y perseverante hombre de acción y pensamiento que fue –es– para Cuba y la América Latina toda.

Como en las obras de este carácter, cada volumen incorpora su trayectoria vital y/o cronobiografía y posee las descripciones correspondientes a su archivo personal, sus libros, sus colaboraciones en este soporte y en publicaciones periódicas, así como su bibliografía pasiva de carácter general; asimismo, incorporamos 58 valiosas valoraciones sobre su vida y obra.

Como parte de sus antecedentes, apuntamos los principales datos de su genealogía familiar. Por parte de su padre se cuenta la historia de su bisabuela paterna y madrina, Mary Ballot Meme la americana,2 la que tanto influyó en él. Ella comenzó a residir en La Habana, después de arribar a las costas cubanas, cuando quedó viuda y a cargo de dos niños pequeños, procedentes de Georgia, Estados Unidos, a finales de la década de 1860, al formar parte de las emigraciones que desde aquel territorio empezaron a recalar en la Isla. Asimismo, Frank Eugenio Hart Ballot, su abuelo paterno, fue uno de esos dos niños que arribó con la bisabuela Meme a la Isla. Poco a poco se fue integrando a la vida de este país hasta que se hizo ciudadano cubano. Se casó con la joven guanabacoense Leopoldina Ramírez Díaz, quien fue su abuela paterna a finales del siglo xix. De ese matrimonio entre Frank y Leopoldina, nacieron María, Leopoldo, Frank, Leopoldina, Juan y su padre, Enrique Armando Hart Ramírez,3 en La Habana (13 de dic. de 1900-10 de jul. de 1989)

Por parte de su abuelo materno, el Dr. Juan Nicolás Dávalos Betancourt, el destacado científico cubano que llegó a ser colaborador del doctor Carlos J. Finlay. Matancero de origen. Su vida la consagró por completo a la labor investigativa y es considerado el precursor de la Bacteriología en Cuba, rama en la que realizó aportes notables. De él dijo el periodista Víctor Muñoz, en la prensa de la época: “es el sabio que sueña con las bacterias”. El historiador César Rodríguez Expósito, en la biografía4 en la que le rindió homenaje, subrayó que ante los peligros de su trabajo no se atemorizaba y mantenía una serenidad imperturbable, así como su entusiasmo por la investigación, pues uno de sus principios consistía en “laborar en pro de la ciencia, que es trabajar por el progreso de la Patria”.5 Falleció a causa de una bronconeumonía que tuvo como origen la gripe y el exceso de trabajo (6 de nov. de 1857-4 de dic. de 1910).

Serafina de los Santos Rodríguez Torices Jenckes —conocida como Finita o la Yoya— fue su abuela materna; de la cual él afirmó con mucho orgullo que aunque ella provenía de una familia pudiente y aristocrática; la que a pesar del dinero y la fortuna, no cayó jamás en frivolidad alguna, al punto que logró convertirse en una compañera ejemplar para su abnegado esposo. Siempre la recordó con gran cariño, porque aunque no pudo relacionarse con el abuelo Juan al morir este en fecha muy temprana; ella por medio del afecto y la cordialidad contribuyó a que él lo conociera. La Yoya, le logró contar numerosas anécdotas de su admirable abuelo, con las que logró demostrarle que él fue un trabajador infatigable y consagrado, digno de la estirpe de la que provenía (9 de sep. de 1869 – 21 de ago. de 1951)

Sus abuelos maternos, el doctor Juan Nicolás y Serafina se casaron en la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje, el 10 de diciembre de 1891, en La Habana, cuando ella tenía 22 años de edad y él 35. De ese matrimonio nació su madre, Marina Serafina Dávalos Rodríguez Torices,6 en La Habana (3 de ago. de 1898-5 de feb. de 1990).

Los padres de Armando, Enrique Armando Hart Ramírez y Marina Serafina Dávalos Rodríguez Torices, se conocieron cuando ambos estudiaban en la Universidad de La Habana y se casaron en la Iglesia del Ángel (23 de ene. de 1926).7

Cuando evoca a sus padres, su primera asociación es el pleno rigor y la exigencia, mezclados con el amor, la bondad y la justicia, sentimientos y valores que relacionaban con el estricto cumplimiento de las normas y la Ley. Les agradeció siempre la educación que le brindaron, la cual empezó con la prédica de su intachable ejemplo. Desde muy joven Marina concluyó sus estudios de doctora en Farmacia, pero vino a ejercer a principios de la década de 1950, pues con anterioridad la familia Hart Dávalos viajó por varios pueblos de Cuba, a propósito del trabajo de su esposo, quien llegó a ser juez y magistrado en varias ciudades del país. Cuando Marina instaló su farmacia en la calle 2, entre 35 y 37, en el Vedado, La Habana, esta se convirtió en un verdadero centro de conspiración contra la tiranía de Batista. Entonces la dulce Marina añadió, a sus muchas virtudes, la de ayudar a los pobres y entregarles gratuitamente las medicinas, como muestra de generosidad.

Su padre inició una extensa carrera judicial mediante las oposiciones convocadas para cubrir plazas de jueces municipales. Ingresó en la Judicatura el 27 de enero de 1926, como juez municipal de Trinidad, en la antigua provincia de Santa Clara. En esta ciudad, la familia Hart Dávalos residió por cuatro años. Luego, su padre laboró como juez en la ciudad de Sancti Spíritus; un año después ejerció en el pueblo de Colón y por espacio de nueve años prestó esos servicios en la ciudad de Matanzas. Con posterioridad fue nombrado magistrado de la Audiencia en la antigua provincia de Oriente, cuya capital era Santiago de Cuba, desde donde volvió a Matanzas a realizar esa misma función hasta que finalmente pudo comenzar a trabajar en la Audiencia de La Habana, cuando su hijo Armando ya cursaba estudios universitarios.

Durante la tiranía de Fulgencio Batista, su familia fue objeto permanente de persecuciones, órdenes de allanamientos y detención, a lo que Marina y Enrique siempre respondieron con gallarda conducta. En ese sentido es significativo destacar la separación de Enrique de su cargo, en el mes de junio de 1958, como resultado de las maniobras del régimen espurio contra él y varios funcionarios de larga y honesta carrera profesional, los cuales en el mes de abril de ese año presentaron una denuncia ante el Tribunal Supremo en la que exigían que acabaran los asesinatos que la dictadura cometía en el país. Por estas razones, y debido a las terribles presiones, tensiones y persecuciones a las que por esa misma fecha estaba sometida toda la familia por la dictadura –pensemos que su hermano Enrique acababa de morir trágicamente en el mes de abril a consecuencia de la insurrección contra el dictador y Armando estaba preso desde principios de ese año– la mayor parte de la familia fue obligada a exiliarse y solo pudieron regresar al país después del triunfo de la Revolución.

El padre de Armando supo unir a su competencia y sabiduría la conducta intachable de honestidad profesional y personal. Su talento y cualidades las puso siempre al servicio de nuestro pueblo. Tras el triunfo de enero, participó en la administración de la justicia; no olvidemos que nuestro país tuvo siempre en este destacado jurista un valioso apoyo, porque él fue uno de los jueces y magistrados que, formado en la primera mitad del siglo xx, le entregó a su patria todo su saber y esfuerzo a lo largo de toda la vida. Al jubilarse en 1980, se le otorgó la Orden José Martí, cumpliendo la propuesta realizada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.8

Hart siempre conservó vivencias entrañables de sus padres, de los que aprendió los estrechos vínculos entre el Derecho y la Moral, principios esenciales que sustentaron la educación que Marina y Enrique brindaron a sus hijos; por ello a él le gustaba recordar que en su hogar, cuando querían distinguir a alguien por sus cualidades, decían: “esa es una persona decente y honesta”.

El ambiente hogareño de la numerosa familia de Hart fue afectuoso y acogedor; allí aprendió el significado y alcance de las palabras: respeto, decencia, verdad, bien, ética, sacrificio, honor, humildad, valentía, felicidad, vergüenza, bondad, gratitud, tolerancia, diálogo, armonía versus radicalidad, virtud, dignidad, honestidad, justicia, libertad, fraternidad, amor, entre otros valores, que han guiado siempre su actuación en la vida. Este es un detalle clave para entender el origen de sus ideas, porque como bien el propio Hart aseguró: “si entendí la Revolución cubana, el Socialismo, y tomé partido por las causas justas, fue porque he aspirado siempre a ser una persona decente y honesta”.9 Acerca de sus padres con gran cariño afirmó: “Es a mis padres a quienes debo la sensibilidad jurídica y ética que tengo [...]. Mi madre poseía una inmensa generosidad, y a ella debo los ejemplos de solidaridad humana con que siempre he aspirado a actuar en la vida. [...]. Cuando trato de encontrar el momento en que nació en mí esa sensibilidad jurídica, el recuerdo se me pierde en la infancia porque la viví intensamente desde el hogar. Después pude aprender que la justicia era, al decir de Luz y Caballero, ese sol del mundo moral. Mi padre se hizo revolucionario porque era un hombre de Derecho y de Ética; y nosotros hemos intentado siempre seguir el camino que él nos enseñó”.10

La familia Hart Dávalos

en las ilustraciones

de Kamil Bullaudy (Parte II)

Transcurría el mes de diciembre de 2018 y junto a la Dra. Araceli García Carranza –mi maestra y amiga entrañable– concluíamos la investigación sobre la vida y la obra del Dr. Armando Hart Dávalos hasta 1976. Este resultado solo unos meses después se convirtió en el libro Biobibliografía de Armando Hart Dávalos, tomo 1, vol. 1, que fue presentado por el Dr. Eduardo Torres Cuevas, ilustre académico, historiador y pedagogo cubano, director de la Biblioteca Nacional José Martí, el 13 de junio del presente, en el homenaje que le fue tributado al Dr. Hart por su 89 aniversario. Momento en el que también quedó inaugurada la jornada de actividades que celebraremos hasta el 13 de junio del 2020, fecha de su 90 cumpleaños. De todo ello, y de la extraordinaria bienvenida que tuvo el citado libro, mucho ha escrito mi colega y amiga, la destacada periodista cubana Marina Menéndez Quintero, en estas páginas de los diarios POR ESTO!

Por lo que en esta ocasión solo voy a referirme a uno de los detalles que engalanan las páginas de esta obra y es el exquisito trabajo realizado por el destacado pintor, dibujante y ceramista cubano Kamil Bullaudy en todas las ilustraciones que concibió especialmente para el libro.

Recuerdo que al conversar con mi querido amigo Gabriel Navarrete Martínez, sobre la importancia de este volumen dentro de la Colección “Cuba, una Cultura de Liberación…”, en el mes de diciembre del 2018, fue que él me realizó la propuesta de invitar a Kamil para abocetar, esbozar, proyectar, delinear esta fascinante trayectoria vital y/o cronobiografía de la vida y la obra del Dr. Hart. El célebre Kamil comenzó su labor de inmediato y su producción llegó a ser alucinante, porque en solo un par de meses contamos con 40 originales de su autoría, salidos de las páginas de la trayectoria vital de la Biobibliografía de Armando Hart.

Precisamente en esta ocasión, en la que hemos abordado sus antecedentes familiares, reproduzco para los lectores de POR ESTO! los nueve dibujos originales que Kamil realizó con el tema de la familia Hart-Dávalos. Esta interpretación fue ejecutada por el artista a partir de la única fotografía que se conserva de la familia Hart-Dávalos completa. Y el artista colocó la silueta de la imagen de Armando acompañada del contorno y perfil de cada uno de los miembros de su familia.

Notas

1 Frase que pronunció el poeta Eliseo Diego en relación con el autor en el Festival de Poesía de Santi Spíritus y tomada del texto que escribió Miguel Barnet para homenajear al autor en ocasión de su 60 cumpleaños. Este texto de Barnet aparece de forma íntegra en la presente biobibliografía)

2 Él recordó siempre que su bisabuela Meme la americana logró narrarle sus vivencias de la esclavitud, la Guerra de Secesión y otras muchas historias de aquella trágica existencia que conoció en el sur norteamericano.

3 Aunque lo inscribieron con su nombre en inglés: Henry, en cuanto cumplió la edad necesaria lo cambió por el de Enrique, en el Registro Civil. Para él, en la garantía de la moral social resultaba indispensable el Derecho, tanto en su contenido, como en su formulación.

El padre de Hart fue un gran admirador de la Ilustración y de los ideales iluministas de la Revolución francesa. Tenía un pensamiento racional de rigurosa formación científica. Luego de sus estudios de Derecho se convirtió en un jurista honorable y consecuente. Fue uno de los funcionarios judiciales que logró respeto y prestigio, preservando siempre la honestidad personal y profesional.

4 Titulada Dr. Juan N. Dávalos: el sabio que sueña con las bacterias, Ministerio de Salud Pública, La Habana, 1967.

5 Ídem.

6 Del matrimonio de Juan Nicolás y Serafina nacieron ocho hijos; de ellos solo una niña, Marina, y siete hermanos varones: Rafael Ángel (periodista), Luis (técnico en Farmacia), Manuel (comisionista), Octavio (médico), Gabriel (técnico en Farmacia), Juan (periodista) y Julio (procurador).

7 De ese matrimonio surgieron siete hijos a lo largo de quince años. Marina, su hermana mayor, nació en La Habana el 26 de noviembre de 1926; luego Enrique, el 4 de julio de 1929; Armando, el 13 de junio de 1930; Martha, el 23 de mayo de 1932; los mellizos Gustavo y Alberto, el 13 de mayo de 1935 y, por último, Jorge, el 21 de octubre de 1941.

8 La Orden José Martí fue instituida en 1972, se trata de la más relevante condecoración que el gobierno y el Estado cubanos otorga a ciudadanos cubanos, extranjeros y a jefes de Estado o Gobierno, por grandes hazañas en favor de la paz y la humanidad: por valiosos y extraordinarios aportes en la educación, la cultura, las ciencias y el deporte, así como por méritos destacados en el trabajo creador. Esa fue la primera ocasión que se le entregó a un cubano tan honrosa distinción. La ceremonia se celebró en un sencillo y hermoso acto en el Consejo de Estado, en presencia de Fidel y del presidente de la República, el Dr. Osvaldo Dorticós, quien al pronunciar los elogios expresó: “El honor que se le confiere supone, por sí mismo, la existencia de virtudes ejemplarizantes, responde al itinerario rectilíneo de una vida y a la apreciación de una larga e intensa historia de servicios a su pueblo”. A lo que Enrique contestó: “El otorgamiento de esta Orden constituye un honor tan extraordinario para mis modestas aspiraciones que, asombrado, apenas puedo convencerme que responde a una tangible realidad”.

9 Versión de un fragmento de las palabras pronunciadas por Armando Hart el 6 de marzo de 1998, en el acto conmemorativo por el 40 aniversario de la denuncia de los crímenes de la tiranía batistiana, efectuada por los funcionarios judiciales ante el Tribunal Supremo en 1958, y de la conferencia “Maestro de jueces”, pronunciada en el acto solemne Doctor Enrique Hart Ramírez in Memoriam, efectuado en el Teatro del Tribunal Supremo Popular el 23 de septiembre del 2000.

10 Ídem.

* Dra. Eloísa Carreras Varona Directora del Proyecto Crónicas. Investigadora de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí. Investigadora por más de dos décadas de la vida y obra de su esposo y compañero de lucha, Armando Hart Dávalos.

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