MOSCU, Rusia, 12 de octubre (EFE/AFP).- Una colisión entre partes del cohete fue la “causa directa” de la avería este jueves de la nave Soyuz MS-10, cuyos tripulantes, el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounidense Nick Hague, salvaron la vida, afirmó hoy el director ejecutivo de la agencia espacial rusa Roscosmos, Serguéi Krikaliov.
“Aún no hay versiones definitivas. Lo que está claro es que la causa directa fue una colisión de un elemento lateral, parte de la primera etapa (del cohete). Al separarse, de hecho, se produjo un contacto entre la primera y segunda etapas”, dijo Krikaliov, citado por la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, Krikaliov indicó que se espera que para el próximo día 20 la comisión gubernamental que investiga el accidente ofrezca resultados preliminares de su labor.
“Los primeros fragmentos (del cohete) recuperados en la estepa kazaja ayudarán a establecer las causas de la avería”, añadió.
El Comité de Emergencia del Ministerio del Interior de Kazajistán informó hoy de que a unos 40 kilómetros de la ciudad de Zhezkazgán fue hallado un fragmento de la Soyuz M-10, que fue entregado a los especialistas de Roscosmos.
Krikaliov subrayó que todos los lanzamientos de cohetes Soyuz-FG o similares han sido suspendidos hasta que se establezcan las causas de la avería del jueves.
“Posiblemente será aplazado el lanzamiento del carguero Progress (programado para el 31 de octubre) y puede ser adelantado el de la próxima (nave tripulada) Soyuz (previsto para el 20 de diciembre)”, dijo.
El director ejecutivo de Roscosmos indicó que la Estación Espacial Internacional (EEI ) puede funcionar en régimen automático, sin tripulación, pero recalcó que se hará todo posible por evitar ese extremo.
Actualmente, en la EEI se encuentran el comandante de la plataforma Alexander Gerst de la Agencia Espacial Europea (ESA), la ingeniero de vuelo de la NASA Serena Auñón-Chancellor y el también ingeniero de vuelo de Roscosmos Serguéi Prokófiev.
Nuevo intento
El astronauta de la NASA Nick Hague y el cosmonauta Alexéi Ovchinin irán previsiblemente a la EEI en la primavera próxima después del fallido lanzamiento este jueves, indicó hoy el director general de la agencia espacial rusa, Roscosmos, Dimitri Rogozin.
“Estamos de vuelta en la Ciudad de las Estrellas. Los chicos volarán definitivamente. Planeamos su vuelo para la primavera del próximo año”, tuiteó Rogozin en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Tras el fallido lanzamiento Hague y Ovchinin pasaron la noche tras un reconocimiento médico en Baikonur, en Kazajistán, donde se encuentra el cosmódromo ruso, para ser trasladados hoy a la Ciudad de las Estrellas en las afueras de Moscú, complejo que alberga el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin.
Minutos después de su despegue, la Soyuz MS-10 tuvo que emprender su viaje de vuelta por una anomalía en el propulsor.
El responsable adjunto de la Agencia Federal Médica y Biológica, Vyacheslav Rogozhinkov, dijo hoy a periodistas que la recuperación plena de los dos astronautas no tomará más de dos días.
La Soyuz MS-10 iba a la EEI para una misión de seis meses, y Hague y Ovchinin se iban a sumar a los tres tripulantes que ya están en la plataforma orbital internacional, de manera que los planes de vuelo se tienen que revisar tras el incidente del jueves.
Roscosmos dijo hoy que intentará acelerar el próximo lanzamiento tripulado -uno diferente al de Hague y Ovchinin- lo máximo posible, si bien los astronautas actualmente en la EEI, Alexander Gerst de la Agencia Espacial Europea (ESA), la ingeniero de la NASA Serena Auñón-Chancellor y el ruso Serguéi Prokópiev, tienen suficientes suministros como agua y alimentos para cubrir sus necesidades hasta un próximo vuelo.