CIUDAD DEL VATICANO, 26 de noviembre (EFE/AP).- El Papa Francisco definió hoy el consumismo “como una gran enfermedad” que nos impide ser generosos con los más necesitados, en su homilía en la misa que celebra cada día en la capilla de la Casa Santa Marta, su residencia.
“Una gran enfermedad, (esto) del consumismo. No digo que todos seamos así. Pero el consumismo, gastar más de lo necesario, la falta de austeridad en la vida: es el enemigo de la generosidad”, aseguró.
Francisco invitó hoy en su homilía a “la generosidad”, a “preocuparse por hacer el bien ante las estadísticas de la pobreza en el mundo, a los niños que mueren de hambre, a los que no tienen que comer, a los que no tienen medicinas, a tanta pobreza que se oye todos los días en las noticias y en los periódicos”.
Francisco dijo que para ser más generoso, con los pobres, con los necesitados...”hay que pensar en las pequeñas cosas”.
“Hagamos un viaje a nuestras habitaciones, por ejemplo, un viaje a nuestro armario. ¿Cuántos pares de zapatos tengo? Uno, dos, tres, cuatro, quince, veinte... cada uno lo puede decir. Un poco demasiado.... “, subrayó.
“Nosotros podemos hacer milagros con generosidad. La generosidad de las cosas pequeñas, pocas cosas. Tal vez no hacemos esto porque no nos viene a la mente”, señaló.
Lamentó que esto no se hace porque “hay otra enfermedad, que es la enfermedad contra la generosidad, hoy: la enfermedad del consumismo. Siempre comprar cosas, tener...”.
“Alguien puede etiquetar a Cristo como comunista”, indicó el Pontífice, que aclaró que cuando el Señor decía estas cosas “sabía que detrás de las riquezas siempre estaba el mal espíritu” y que por eso dijo una vez: “No se puede servir a dos señores: servir a Dios y servir a las riquezas”.
Instó a rezar al Señor “para que nos libere de ese mal tan peligroso que es el consumismo, que nos hace esclavos, una dependencia del gasto: una enfermedad psiquiátrica”.
Podría salvarse del banquillo
El exobispo chileno Francisco José Cox, expulsado de la Iglesia en octubre, retornará a Chile desde Alemania para ser puesto ante la justicia por acusaciones de pedofilia, aunque varias de sus enfermedades divulgadas el lunes podrían salvarle del banquillo de los acusados.
El sacerdote Patricio Moore, vocero de la comunidad alemana de Schoenstatt, dijo a la prensa que en enero o febrero de 2019 Cox regresaría a Chile para responder ante la ley por al menos dos denuncias por abusos sexuales.
Cox, de 84 años, vive desde 2002 en territorio alemán, a donde fue llevado por su comunidad, lo que le evitó enfrentar denuncias en Chile.
Moore difundió parte de un informe médico de 42 páginas que indica que Cox padece diabetes, cáncer de próstata y demencia senil. Esta última enfermedad, de comprobarse, podría salvarle de encarar a alguno de los fiscales chilenos que llevan más de un centenar de investigaciones contra obispos, sacerdotes y religiosos, con unos 180 involucrados y más de 170 víctimas, de las cuales al menos 79 eran menores de edad al momento de ser agredidos.
“Nosotros hemos decidido traerlo de vuelta a Chile para ponerlo a disposición de la justicia y de lo que se requiera”, dijo el religioso. “No sé si va a poder ayudar tanto, pero perfectamente se le puede interrogar”, añadió.