Internacional

Theresa May contra las cuerdas

Por Pedro Díaz Arcia

Todo indica que Theresa May, la segunda mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Reino Unido al asumirlo en julio de 2016, siendo líder del Partido Conservador, estaría contra las cuerdas de no lograr que la Cámara de los Comunes (Parlamento), en una de las más importantes decisiones en los últimos años de la política británica, apruebe el acuerdo suscrito en Bruselas para la salida del país de la Unión Europea (UE).

Una mayoría ciudadana aceptó el Brexit en un referendo en junio de 2016. Nadie se atreve con certeza a fijar apuestas sobre qué sucederá luego de lo que determinen los parlamentarios, que marcará un antes y un después en el polémico proceso.

Luego de varios intercambios con los líderes del bloque, y no obstante previas aclaraciones de los respectivos presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una carta que enviaron a Londres, el líder laborista Jeremy Corbyn aseguró en el debate del lunes que ésta no ofrecía las garantías legales reclamadas por el Parlamento y que May no había cambiado nada luego de haber pospuesto de manera “vergonzosa” la votación del Brexit.

La premier británica, que lanzó una encendida arenga en su última comparecencia ante los diputados, auguró que si no se aprobaba el pacto, podría ser que el Brexit nunca ocurriera. Sería un atentado contra la democracia de Reino Unido, dijo; además, alertó nuevamente del riesgo de salir de la Unión sin un arreglo: “es mejor un no acuerdo que un mal acuerdo”; en particular, sin un plan B que aún no es visible.

El gobierno de Reino Unido pretendía abandonar el bloque, pero sin perder el acceso a sus mercados, entre otras ventajas, que se perderían al desprenderse de la Unión. Temas candentes han sido los plazos y los términos para el retiro; también lo referente a las fronteras irlandesas: la Unión Europea propuso que Irlanda del Norte tuviera un estatus especial dentro de la unión aduanera y el mercado comunitario, pero May se negó porque atentaría contra la soberanía e integridad territorial británica, pues Irlanda del Norte seguiría rigiéndose por las normas europeas, en tanto el resto del Reino Unido lo haría según los dictámenes de Londres.

Finalmente, como era cantado, la Cámara de los Comunes votó este martes contra el acuerdo e hizo que Theresa May pasara bajo las horcas caudinas, en una humillante derrota. Los votos en contra duplicaron los votos a favor.

¿Qué opciones se abren ante la votación del Parlamento?

May tiene hasta el lunes para presentar un plan alterno, ante un amplio abanico de opciones que incluye retrasar la fecha de salida oficial de la Unión Europea, fijada para el 29 de marzo; sin abandonar los esfuerzos por lograr nuevas negociaciones con el bloque.

Entre las alternativas podrían estar también la convocatoria a elecciones generales y la formación de un nuevo gobierno, si los laboristas logran previamente una moción de censura contra la primera ministra; llamar a un referendo para que la ciudadanía revalide o invierta la anterior votación; incluso dejar el Brexit en manos de la Cámara de los Comunes; o salir de forma abrupta de la Unión Europea, que debe aterrorizar no sólo a la Premier.