BOGOTA, Colombia, 25 de mayo (EFE).- Consternación generó este sábado en Colombia el asesinato, en hechos aislados, de dos ingenieros por parte de disidentes de las FARC, y dos campesinos que hacían parte del Programa de Sustitución de Cultivos Ilícitos.
El primer caso ocurrió en el municipio de Urrao, que hace parte del departamento de Antioquia, en el noroeste colombiano, en donde fueron secuestrados el pasado 21 de mayo los ingenieros Huber Ballesteros y Guillermo Carrillo, empleados de la empresa NaviOne SAS.
La investigación de la Policía y datos suministrados por las familias de las víctimas indican que los profesionales, oriundos de la ciudad de Medellín, viajaron ese día hasta Urrao para hacer un estudio topográfico.
La secretaria de Gobierno de Antioquia, Victoria Eugenia Ramírez, confirmó a periodistas que los ingenieros se dirigieron a una aldea de Urrao en donde “no hay señal de celular y fueron secuestrados”.
Los delincuentes enviaron fotos a las familias de las víctimas y les exigieron una alta suma de dinero a cambio de liberarlos, por lo que en la zona se llevaron a cabo operativos por parte del Ejército y la Policía para dar con el paradero de Ballesteros y Carrillo.