Un juzgado checo sentenció a penas de hasta tres años de cárcel a tres personas que participaron en el comercio de productos falsamente medicinales elaborados con órganos de tigre, un animal protegido y en peligro de extinción. Un empresario que elaboraba los productos ha sido condenado a tres años de prisión, mientras que el dueño de un circo que le facilitaba los tigres a dos años de prisión condicional y una multa de 14.000. El tercer condenado es un vietnamita que vendía los productos entre la comunidad de su país en República Checa o los exportaba a países de Asia.