LA HABANA, Cuba, 14 de enero (AP).- El gobierno de Cuba pidió a sus ciudadanos que se preparen para enfrentar escasez del gas con el que miles de familias cocinan sus alimentos debido a las sanciones que el gobierno de Donald Trump impuso a la isla.
Los cilindros del gas licuado faltarán para los cubanos que compran el gas subsidiado por el Estado en aproximadamente 0.30 centavos de dólar por cilindro, así como para los clientes que lo compran a precio de mercado casi 10 veces más caro, informó el martes la prensa oficial.
La noticia cayó como un balde de agua fría para muchos ciudadanos que dependen de este medio para preparar sus alimentos, sobre todo en las barriadas populares de la capital y en localidades rurales en las que las viviendas no están conectadas a las tuberías de gas municipal.
Las hornillas y estufas eléctricas, aunque fueron promocionadas por el gobierno en la década pasada como una alternativa, son relativamente caras de usar debido a los elevados precios de la electricidad.
“Los inventarios que actualmente existen en el país no cubren el consumo, por lo que han existido afectaciones en la venta normada y liberada de GLP (gas licuado de petróleo) y sólo podrá garantizarse para los centros que brindan servicios básicos a la población”, expresó un comunicado oficial.
El mensaje, que fue ampliamente difundido por todos los medios de prensa el martes, explicó que las sanciones impuestas por Estados Unidos a la isla persiguiendo a navieras y buques para que no trajeran combustible sobre todo de Venezuela también afectó la llegada del gas que se distribuye en lo que los cubanos llaman “balita” (los cilindros).