CIUDAD DEL VATICANO, 18 de mayo (EFE).- El Papa Francisco ha asegurado hoy que san Juan Pablo II fue “un regalo” para la Iglesia y para Polonia, su país de origen, en un vídeo grabado con motivo del centenario de su nacimiento.
“San Juan Pablo II fue un regalo extraordinario de Dios para la Iglesia y Polonia, su patria. Su peregrinación terrenal, que comenzó el 18 de mayo de 1920 en Wadowice y terminó hace 15 años en Roma, estuvo marcada por una pasión por la vida y una fascinación por el misterio de Dios, del mundo y del hombre”, destacó Francisco en italiano.
El Sumo Pontífice señaló que fue “un gran hombre de misericordia” que “comprendió la especificidad y la belleza de la vocación de mujeres y hombres, entendió las necesidades de los niños, jóvenes y adultos, considerando también las condiciones culturales y sociales”.
Y que puso especial atención en el amor y en el cuidado de la familia, hasta el punto de que “su enseñanza representa un punto de referencia” para encontrar soluciones ante las “dificultades y desafíos que enfrentan las familias hoy en día”.
Francisco finalmente recordó que Karol Wojtyla “sufrió la pérdida de su madre, hermano y padre cuando era niño”, “experimentó las atrocidades del nazismo, que le quitó muchos amigos” cuando era estudiante, y “después de la guerra, como sacerdote y obispo, tuvo que enfrentarse al comunismo ateo”.
Después del virus
El Vaticano celebrará el 5° aniversario de la encíclica ecológica del Papa Francisco pidiendo al mundo trazar un futuro sostenible posterior a la pandemia de Coronavirus que considere la difícil situación de los hambrientos y pobres.
Para arrancar la semana, 42 organizaciones religiosas de 14 países anunciaron esfuerzos para prescindir de los combustibles fósiles. Entre ellas está un puñado de diócesis católicas y órdenes religiosas de Gran Bretaña, Irlanda y el mundo desarrollado, así como algunas iglesias metodistas, bautistas y cuáqueras.
Francisco ha declarado la protección del planeta una prioridad de su papado y en 2015 emitió una encíclica histórica, “Laudato Si” (Alabado seas), para presentar su llamamiento en el documento de enseñanza más autoritario que un papa puede escribir.
En el texto, Francisco denunció el “perverso” modelo económico que permite a los ricos explotar a los pobres y convertir la Tierra en un “inmenso montón de suciedad”.
La idea principal es que el mundo está interconectado y que el cambio climático, la hambruna, la pobreza y los flujos migratorios no deben considerarse de forma aislada sino como problemas interdisciplinarios que necesitan solidaridad a nivel mundial para resolverse.
Funcionarios de alto rango del Vaticano dijeron que el coronavirus ha demostrado ese punto, con un brote viral que comenzó en un sitio y que rápidamente se convirtió en pandemia y provocó una crisis económica que está impulsando el hambre y pobreza en todo el mundo.
“Aunque el COVID ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestros sistemas alimenticios, sigue siendo una oportunidad para cambiar, tanto en los patrones de producción y consumo como en las acciones privadas y públicas”, dijo el reverendo Augusto Zampini, uno de los asesores ambientales más importantes de Francisco. “Es momento para una conversión ecológica profunda y global”, añadió.