
La Casa Blanca confirmó este 22 de septiembre de 2025 la recepción de una carta enviada por el presidente venezolano Nicolás Maduro al mandatario estadounidense Donald Trump.
De acuerdo con la portavoz Karoline Leavitt, el documento —en el que Caracas expresa apertura al diálogo— “repite muchas mentiras” y no modifica la postura de Washington frente a Venezuela.
La funcionaria reiteró que para Estados Unidos el “régimen de Maduro es ilegítimo” y que el presidente Trump “está dispuesto a utilizar todos los medios necesarios” para frenar el presunto tráfico de drogas letales desde territorio venezolano hacia Estados Unidos.
Qué dijo Maduro y cómo respondió Caracas
El domingo, la vicepresidenta Delcy Rodríguez difundió la carta de Maduro, fechada el 6 de septiembre, donde el líder venezolano se declara dispuesto a sostener conversaciones directas con el enviado especial Richard Grenell y niega cualquier vínculo con mafias o bandas narcotraficantes.
En la misiva, Maduro afirma que durante los primeros meses del nuevo gobierno estadounidense “siempre” se buscó una comunicación directa para atender temas bilaterales.

Noticia Destacada
Venezuela anuncia maniobras militares en el Caribe ante despliegue naval de EE.UU.
Escalada reciente: operaciones en el Caribe y acusaciones cruzadas
El intercambio ocurre en medio de una tensión creciente: Washington ha intensificado el despliegue militar en el mar Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico, con foco en el denominado Cártel de los Soles, que la administración Trump atribuye al entorno de Maduro.
Estados Unidos reportó el hundimiento de cuatro embarcaciones vinculadas al tráfico de drogas cerca de las costas venezolanas —tres de presunto origen venezolano—, lo que elevó el pulso diplomático.
Lo que sigue: diálogo en duda y presión continua
Aunque Trump eludió confirmar si ya leyó la carta —“ya veremos qué pasa con Venezuela”, dijo—, la Casa Blanca dejó claro que no habrá cambios en el no reconocimiento del gobierno de Maduro ni en la presión antidrogas.
Caracas, por su parte, insiste en abrir un canal directo y deslinda a su gobierno del tráfico de estupefacientes.
En el corto plazo, el escenario apunta a más fricción, con Estados Unidos manteniendo operaciones en el Caribe y Venezuela buscando interlocución directa para desactivar parte de las sanciones y acusaciones.
IO