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El crimen enluta aulas en México

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CIUDAD DE MEXICO, 11 de noviembre (SinEmbargo).- Valeria Cruz Medel, César Ramírez Méndez, María del Rosario Pérez García, Ivonne Flores Rey, José Ángel Cadena y Abraham Velázquez fueron asesinados en el transcurso de esta semana en diversos puntos del centro y sur del país. Todos eran jóvenes. Todos estudiantes universitarios. Seis de ellos fueron ejecutados en sólo cincos días de este primer tercio de noviembre.

Valeria, estudiante de Medicina de la Universidad Veracruzana, fue asesinada a balazos en un gimnasio de Veracruz; César Ramírez, alumno de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, fue ejecutado en un asalto en el transporte público; María del Rosario, alumna de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue desaparecida y asesinada en el Edomex; Ivonne estudiaba Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, fue abatida en un asalto; José y Abraham, alumnos de Ingeniería Civil del Instituto Tecnológico de Zacatepec, en Morelos, fueron abatidos a balazos.

Estos jóvenes mexicanos son parte de los al menos 34 casos de estudiantes universitarios y de bachillerato asesinados en el transcurso de este 2018, de acuerdo con reportes de prensa.

Sus casos han levantado indignación y alarma en el último año del Gobierno del priista de Enrique Peña Nieto, quien dejará la Presidencia de la República con un nada honroso récord: el sexenio más violento desde que hay registro.

En las comunidades estudiantiles del país la intranquilidad y angustia ha despertado también el activismo, ante el aumento de los ataques contra estudiantes.

Aarón Andrade, integrante del colectivo activista estudiantil “Nos Hacen Falta” y estudiante de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de México (UNAM), dijo a SinEmbargo que están preocupados por el alza de la violencia, pero también por la evidente incapacidad de las autoridades.

“Nuestro sentimiento es de mucha rabia y mucha indignación ante toda esta ola violenta de los grupos que la ejercen, pero también del Estado y las instituciones [de justicia y educativas] que han reproducido la mecánica de impunidad y de corrupción”, compartió el joven.

“’Nos Hacen Falta’ es un colectivo que ha documentado desde 2002 y hasta 2018 las agresiones –homicidios, feminicidios desapariciones, ataques sexuales, entre otros– contra estudiantes de las diferentes facultades de la UNAM y sus bachilleratos. La agrupación, explica Andrade, ha registrado en total 62 asesinatos de estudiantes sólo de la Máxima Casa de Estudios.

El universitario comenta que, de acuerdo a sus registros, los años más violentos han sido 2017 y ahora este 2018.

“Es bastante preocupante porque la violencia contra estudiantes tiene una correlación, en este caso con el aumento de la criminalidad en la Ciudad de México y el Estado de México. […]

Para Aarón Andrade, el aumento de la violencia contra los jóvenes tiene total relación con la llamada “guerra contra el narcotráfico, que inició el expresidente Felipe Calderón en diciembre de 2006. Esa estrategia, considera el estudiante, “aumentó las bajas civiles a nivel nacional y eso está totalmente relacionado con una lógica […] de represión a las comunidades de lucha, y una lógica feminicida y juvenicida. Sabemos que toda esta violencia reproduce la construcción del terror social y lo que hace es inhibir la organización social, la participación de estudiantes y colectivos que están en lucha”.

Víctor Caballero, integrante de la organización civil Aequus, también considera que los crímenes de alto impacto contra jóvenes estudiantes universitarios o de preparatoria van a la alza.

“No puede ser fortuito que los crímenes se cometan contra de estudiantes sobre todo de instituciones públicas. Lo que se está viendo hoy no se había visto desde los movimientos estudiantiles del 68 y del 71, donde precisamente se dan desfases del tipo político. Es muy preocupante que se den este tipo de situaciones en contra de comunidades que pueden, en un momento dado, hacer la diferencia al presentar lo que es la realidad del país”, afirma Caballero.

Los meses que han registrado el mayor número de asesinatos a estudiantes en 2018 son noviembre y abril, con siete homicidios cada uno. Justo abril fue el mes en que se informó Javier Salomón Aceves Gastélum, Daniel Díaz y Marco Ávalos, estudiantes de cine, fueron desaparecidos en el municipio de Tonalá, Jalisco, y posteriores –de acuerdo con la versión oficial– fueron asesinados y diluidos en ácido por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El caso provocó conmoción a nivel nacional y también fue difundido ampliamentepor medios internacionales.

Este recuento doloroso de la realidad que México ofrece actualmente a sus jóvenes se basa en reportes de prensa. Son 34 casos de estudiantes asesinados, aunque desde luego no se descarta que sean muchos más.

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El asesinato de Valeria Cruz Medel, hija de la diputada federal Carmen Medel Palma, es el caso más reciente de ataques contra universitarios.

Ella estudiaba en la Facultad de Medicina en Veracruz. Valeria hacía ejercicio en un gimnasio en Ciudad Mendoza, Veracruz, cuando la mataron. El jueves por la noche, la Fiscalía General de Veracruz (FGE) dio a conocer la identidad del presunto asesino e informó que el autor fue hallado “muerto” en una camioneta. El caso lo resolvió en unas horas, lo que no ha dejado conforme a la opinión pública.

Además, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dijo que Cruz Medel habría sido confundida con otra mujer que presuntamente se dedica a actividades delictivas en la zona. “La mujer iba al mismo gimnasio. La mujer habría estado en el lugar antes del crimen”, detalló el mandatario local en conferencia de prensa. Así en un sólo día “resolvieron” el caso que, además, ha acaparado un gran atención mediática.

César Ramírez Méndez, estudiante de la Facultad de Ingeniera del plantel San Lorenzo Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), fue asesinado la noche del 8 de noviembre en un presunto asalto en el transporte público que circula por las cercanías del plantel.

Alumnos de la UACM marcharon por las calles de la Delegación Iztapalapa para exigir a las autoridades mayores condiciones de seguridad y protección en la zona.

“Lo que sucede en la UACM, la situación de inseguridad es muy grave, igual de lo que ocurrió en enero con Marco Antonio”, recuerda Víctor Caballero en entrevista con este diario digital.

Un día antes del homicidio de César, el cuerpo de María del Rosario Pérez García fue localizado sin vida y descuartizado en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.

La estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, había desaparecido el pasado 3 de noviembre después de acudir a una fiesta de Halloween en Santa Martha Acatitla.

Actualmente hay una persona detenida: Carlos Aarón “N”, de 30 años de edad, presunta pareja de Rosario. De acuerdo con las primeras indagatorias, la víctima y Carlos Aarón “N” iniciaron una discusión que se tornó violenta. El probable feminicida disparó un arma de fuego en contra de la víctima, ocasionándole la muerte, y luego cortó el cuerpo. Las partes las depositó en bolsas de plástico, para luego llevarlas al lugar donde fueron halladas.

María del Rosario se convirtió así en una de los 62 alumnos de la UNAM que han sido privados de la vida.

“Para nosotros el aumento de la violencia se ha visto reproducido por la misma universidad y los mismos organismos, ya que siempre sucede algún caso nuevo la Universidad en general se apresura a no responsabilizarse, a culpabilizar a las víctimas y revictimizar a las familias, a patologizar a los estudiantes y criminalizarlos. Tienen una mecánica de culpabilizar a las víctimas y eso es una reproducción de la lógica estatal”, expone Aarón Andrade del colectivo “Nos Hacen Falta”.

Cuatro jóvenes, tres de ellos universitarios, fueron asesinados a manos de asaltantes el mismo 5 de noviembre en dos diferentes hechos en Puebla y Morelos.

A los hermanos Ivonne y Saúl Flores Rey les arrebataron la vida a balazos en un asalto cuando los jóvenes atendían la tienda de abarrotes “Mini Súper Santa Rosa”, en la colonia Aquiles Serdán.

Ivonne cursaba el primer semestre de la carrera de criminología en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). A través de una carta escrita en su cuenta de Facebook, la maestra Karla Lizaola lamentó la muerte de su alumna.

José Ángel Cadena y Abraham Velázquez, ambos alumnos de séptimo semestre de Ingeniería Civil del Instituto Tecnológico de Zacatepec, también fueron asesinados a balazos tras un presunto robo a mano armada en el poblado de Santa Rosa, municipio de Tlaltizapan, Morelos. Medios locales, señalaron que los jóvenes de 21 años fueron interceptados por criminales que intentaron despojarlos de una motocicleta y al resistirse al atraco fueron baleados.

Luis Felipe Ortiz también era estudiante del Tecnológico de Zacatepec. El joven fue secuestrado y asesinado la semana pasada también en Tlaltizapan, según se reveló en un homenaje que realizaron para los tres estudiantes victimados este mes.

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