* Pese a que el huracán Florence se degradó anoche a categoría 2, mantiene en riesgo a 10 millones de personas al seguir su ruta para asestar un duro golpe a la Costa Este de Estados Unidos entre el jueves por la noche y la mañana del viernes* Provoca temor e incertidumbre sobre su trayectoria / Continúan las advertencias de fuertes lluvias, vientos e inundaciones catastróficas / Aún es extremadamente peligroso: el volumen de sus vientos creció y podrían barrer una superficie más amplia que la prevista
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WILMINGTON, Estados Unidos, 1 de la madrugada del jueves 13 de septiembre (AFP/AP/REUTERS).- Autoridades de Estados Unidos advirtieron el miércoles de las fuertes lluvias, vientos e inundaciones que puede provocar el huracán Florence, que amenaza con golpear la costa atlántica en las próximas 24 horas.
Florence se degradó a categoría 2 el miércoles por la noche, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH), pero sigue su ruta para asestar un duro golpe a la Costa Este de Estados Unidos.
“Florence es ahora un huracán categoría 2 en la escala se Saffir-Simpson”, con vientos sostenidos de 175 km/h, señaló el Centro Nacional de Huracanes en su boletín de las 11 de la noche.
Florence es cada vez más grande pese a que se debilitan sus vientos, y se acercó ayer miércoles a la Costa Este de Estados Unidos mientras las evacuaciones se expandieron desde las Carolinas hacia Georgia para evitar la amenaza de marejadas mortales y calamitosas inundaciones.
De acuerdo con la trayectoria, tocará tierra en los Estados de Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia a última hora del jueves o en la madrugada del viernes.
Las órdenes de evacuación alcanzan a unas 1.7 millones de personas en esos tres Estados, que ya declararon el estado de emergencia al igual que Maryland y el Distrito Federal, Washington, D.C., más al Norte.
El meteoro se encontraba a 455 km de Wilmington y se desplazaba a 28 km/h hacia el continente.
Wilmington, un balneario de Carolina del Norte de poco más de 300,000 habitantes, se preparaba para el impacto de Florence.
Las calles estaban casi desiertas, los supermercados vacíos y las estaciones de gasolina no tenían combustible. Los comercios y viviendas permanecían protegidos por tablones de madera.
“Wilmington está blindado”, “Flo, no eres bienvenida aquí”, se podía leer frente al bar Tavern Law.
El CNH prevé que el ciclón será “muy peligroso” cuando se acerque a la costa el jueves y el viernes y alertó sobre el peligro de inundaciones.
El volumen de los vientos del ciclón creció y podrían barrer una superficie más vasta que la inicialmente prevista.
En peligro 10 millones
de personas
El enorme huracán Florence puso el miércoles en peligro a más de 10 millones de personas a medida que se aproxima a las Carolinas, y la incertidumbre sobre su trayectoria generó temor en una amplia franja del sureste de Estados Unidos.
Ante los nuevos pronósticos que revelan una amenaza más al Sur, el gobernador de Georgia se unió a sus contrapartes de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur en declarar el estado de emergencia, y algunos residentes que pensaban que estaban a salvo comenzaron a tapiar sus casas.
Florence tocará tierra incluso el viernes por la tarde alrededor de la frontera entre las Carolinas, y después continuará hacia el Oeste con fuertes precipitaciones y posibles inundaciones catastróficas, indicó el Centro Nacional de Huracanes.
La tormenta perdió un poco de fuerza por la noche hasta convertirse en un huracán categoría 2 con vientos sostenidos máximos de 175 kilómetros por hora, luego de haber alcanzado la categoría 4 con vientos de 225 kph, y es posible que se debilite más a medida que se acerca a la costa. Pero de todas formas seguirá siendo un huracán extremadamente peligroso, advirtieron las autoridades.
“¿Quieres que te atropelle un tren o un camión de cemento?” preguntó Jeff Byard, administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus iniciales en inglés).
Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extienden a 315 kilómetros desde el centro del meteoro, y los vientos huracanados se perciben a 110 kilómetros del vórtice.
Hay 5.25 millones de habitantes en las zonas en las que se emitieron alertas o avisos de huracán, y 4.9 millones de personas más residen en zonas bajo alertas y avisos de tormenta tropical, indicó el Servicio Nacional de Meteorología.
Hacia las 11 de la noche, el centro de la tormenta se ubicaba a 455 kilómetros al Este-Sureste de Wilmington, Carolina del Norte, y se movía con dirección noroeste a 28 kph.
Aunque se debilitó, el Centro Nacional de Huracanes dijo el miércoles por la noche que se espera que la tormenta traiga consigo peligrosas marejadas y lluvia a las Carolinas al acercarse a la costa el jueves y el viernes.
Madre naturaleza
Los llamados a evacuar se multiplicaron el miércoles. “Mañana puede ser demasiado tarde. No esperen a último minuto”, advirtió Brenda Bethune, alcaldesa de Myrtle Beach, el célebre balneario de la costa de Carolina del Sur.
“Es imperativo que todos sigan las órdenes locales de evacuación”, dijo el presidente Donald Trump, que publicó más temprano en Twitter un video instando a la gente a “no jugar” con este huracán.
“Proteger la vida es la prioridad más absoluta”, agregó desde la Casa Blanca.
En un barrio de casas rodantes en las afueras de Wilmington, Alondra Espinoza se preparaba para partir.
Florence, caprichosa
Florence es “una malvada chica caprichosa” que está jugando al gato y al ratón con los residentes de Carolina del Sur, que esperaban este miércoles el ataque de la monstruosa tormenta tras días de incertidumbre sobre si recibirían o no su impacto directo.
“Es una malvada chica caprichosa”, dijo Kelly Preston, un ama de casa de 56 años que paseaba por la aún soleada ciudad de Charleston dos días antes del desembarco de Florence.