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México

Ellos son los genocidas

* El exmandatario responsabilizó a la Organización de Estados Americanos, OEA, y a su secretario general Luis Almagro, por la “masacre” que se ha registrado en su país tras la publicación del informe sobre el conteo de votos de las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre* Señaló que el decreto publicado por el Gobierno interino de Bolivia, a cargo de la autoproclamada Presidenta Janine Áñez, es una “carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo” al eximir de responsabilidad a las fuerzas del orden mientras se atengan en sus actuaciones a “principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad”

MÉXICO, 16 de noviembre (CNN Español/SinEmbargo).- El expresidente de Bolivia, Evo Morales, acusó al actual gobierno de ese país de considerarlo un dictador cuando a días de iniciar su gestión ellos –según dijo– usan la violencia y la represión. “Ahora siento que son genocidas”, dijo en entrevista en vivo en el estudio de CNN en la Ciudad de México.

Morales, quien llegó en calidad de asilado político el pasado 12 de noviembre a México, lamentó que estén muriendo ciudadanos bolivianos en las protestas que se llevan a cabo en ese país. Hasta la noche del 14 de noviembre, CNN había confirmado 8 muertos en relación con los enfrentamientos en Cochabamba entre manifestantes y fuerzas de seguridad. “No metan balas a mi pueblo”, expresó.

El exmandatario responsabilizó a la Organización de Estados Americanos, OEA, y a su secretario general Luis Almagro, por la “masacre” que se ha registrado en su país tras la publicación del informe sobre el conteo de votos de las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre.

Tras las elecciones se desató en el país una crisis política y social que incluyó movilizaciones y marchas, un paro indefinido nacional, el cierre de fronteras y motines policiales, con al menos 3 muertos y cientos de heridos a nivel nacional, esto hasta el 10 de noviembre, según el defensor del pueblo de Bolivia.

Morales renunció el 10 de noviembre en medio de una creciente oposición, luego de que la auditoría internacional de la OEA señalara que los resultados de las elecciones no podían ratificarse debido a “graves irregularidades”.

En la entrevista, el expresidente acusó al opositor Carlos Mesa de haber instigado movilizaciones y quema de boletas electorales un día después de la elección.

“La derecha, después de que ganamos las elecciones, al día siguiente … Carlos Mesa empezó a instruir, ‘movilícense’, y en la noche hicieron quemar tribunales electorales departamentales, hicieron quemar las ánforas de los sufragios”.

“Se sabe que cada partido que participa tiene sus actas, yo quería que la OEA revise todas las actas, si es posible voto por voto, mesa por mesa, acta por acta … Como sabían, había que quemarlo, justamente para decir que hay fraude. No es fraude sino un golpe de Estado que ya tenían preparado”, dijo Morales.

CNN se ha comunicado con el equipo de prensa de Carlos Mesa en busca de comentarios e indicaron que no piensa responder por el momento.

Cuestionado por la periodista mexicana sobre su estatus como funcionario público de Bolivia, Morales se reconoció a sí mismo como expresidente, a pesar de que la Asamblea Legislativa Plurinacional del país sudamericano aún no ha aceptado ni rechazado su renuncia.

El político dijo que en caso de presentarse el segundo escenario, Bolivia tendría dos presidentes, uno constitucional sin ejercer y otro como resultado del golpe de Estado, en referencia a Jeanine Áñez, quien era la segunda vicepresidenta del Senado y asumió la presidencia interina.

“Si renuncié no es por cobarde, sino porque no quería que la violencia fuera ejercida por la derecha”, aseguró. También dejó claro que de regresar a Bolivia no buscaría una reelección presidencial. Aunque reconoció que él nunca tuvo la intención de aferrarse al poder, sino que varios sectores sociales lo pedían.

En la conversación, Morales dijo que sacrificó todo para que en Bolivia no se viviera la violencia que se ha presentado recientemente, y para él la mejor forma de pacificar al país es escuchando las protestas y movilizaciones, por ello, tras su llegada a México convocó a un diálogo nacional de alto nivel en el que participen los diferentes jugadores políticos y sociales.

“No queremos golpes de Estado ni dictaduras”, comentó. “Pacifiquemos Bolivia”.

Carta de impunidad

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, señaló que el decreto publicado por el Gobierno interino de Bolivia, a cargo de la autoproclamada Presidenta Janine Áñez, es una “carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo”.

“Los autores del #GolpeDeEstadoEnBolivia gobiernan con decretos, sin en el Legislativo y apoyados en armas y bayonetas de Policía y FFAA. Promulgaron un DS que deja a la institución militar exenta de responsabilidad penal. Es una carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo”, advirtió Morales junto con las fotografías de dicho documento en un mensaje de su cuenta de Twitter.

El decreto emitido por el Gobierno de Bolivia y difundido en redes sociales exime de responsabilidad a las fuerzas del orden mientras se atengan en sus actuaciones a “principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad”.

Además, la CIDH también alertó en Twitter de que esta norma firmada por Áñez al frente de su Ejecutivo interino “pretende eximir de responsabilidad penal al personal de FF.AA. –Fuerzas Armadas– que participe en los operativos para restablecimiento y estabilidad del orden interno”.

“El grave decreto de Bolivia desconoce los estándares internacionales de DDHH –derechos humanos– y por su estilo estimula la represión violenta”, advirtió en una serie de mensajes en la red social.

La entidad condenó “cualquier acto administrativo del gobierno de Bolivia que atente contra el derecho a la verdad, la justicia y al derecho internacional de los Derechos Humanos, particularmente en el contexto de actuaciones de Fuerzas Armadas en las protestas sociales”.

La norma tiene fecha de este pasado viernes, día en que en la región central de Cochabamba hubo graves enfrentamientos de manifestantes con policías y militares que dejaron al menos nueve muertos, más de cien heridos y cerca de doscientos detenidos.

La Policía y las Fuerzas Armadas realizan operativos conjuntos desde el pasado lunes para mantener el orden en Bolivia, tras el caos en que se sumió el país después de que el día antes Morales anunciara su renuncia.

El Ministro boliviano interino de Gobierno, Arturo Murillo, dijo este sábado desde la ciudad de Cochabamba que ha pedido a la Fiscalía una investigación “transparente” sobre cómo ocurrieron las muertes de nueve personas en los fuertes enfrentamientos con las fuerzas conjuntas.

También, el defensor de Pueblo en Cochabamba, Nelsón Cox, confirmó a Efe que las víctimas mortales en esa región subieron a nueve, los heridos son 115, de los cuales uno está muy grave.

Los cocaleros del trópico de Cochabamba (centro), bastión sindical y político de Evo Morales, protestan contra el Gobierno interino encabezado por Jeanine Áñez, que asumió tras la renuncia de Morales.

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