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¿Dónde están?

CIUDAD DE MÉXICO, 3 de noviembre (SinEmbargo).- Al grito “¿Qué queremos? ¡Justicia!”, y “¡Ni una más!, ¡ni una asesinada más!”, familiares de víctimas de feminicidio marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino.

Durante la movilización, el contingente fue liderado por el padre Alejandro Solalinde y el colectivo Voces de la Ausencia (VA), quienes hacen un llamado a todos los niveles de Gobierno para que se atiendan las muertes y desapariciones de mujeres en el país.

La activista Frida Guerrera, quien encabeza VA, refirió que esta es la segunda movilización que se realiza, en el marco de la fiesta de “Todos Los Santos”, llamándola “Día de Muertas”, pues en palabras de Frida, “tiene que ser señalado como tal porque (ellas) no se murieron de viejitas ni de enfermedades, fueron asesinadas, arrebatadas”.

Por su parte, el padre Solalinde bendijo aproximadamente 123 cruces con nombres de las víctimas, mismas que fueron colocadas en las escalinatas del Ángel de la Independencia e hizo un llamado tanto a las autoridades a frenar la violencia contra la mujer y también pidió a la Iglesia católica dejar de fomentar patrones culturales machistas, pues de acuerdo a Solalinde, el 95 por ciento de los agresores son católicos.

“No basta decir al Gobierno que pare (la violencia contra las mujeres). Tenemos que decirle a la Iglesia que cambie su discurso, su mentalidad y los patrones culturales que viene alimentando. Es un pésimo ejemplo que da la Iglesia católica en no admitir a las mujeres, porque si se discrimina en los ámbitos más sagrados, con mayor razón en las familias”, expresó el cura.

Al momento en que la movilización arribó al Zócalo, familias de las víctimas colocaron en el pavimento flores, cruces e imágenes de las mujeres que han muerto.

Acorde a las cifras presentadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el 2019 podría convertirse en el año que tiene registrados más casos de feminicidios.

Por su parte, Frida Guerrera, líder de la organización Voces de la Ausencia, dijo que la demanda de hoy “es un alto a los feminicidios pero también un interés real por parte de las autoridades en todos los niveles de frenar las cosas”.

Recordó que ella forma parte del grupo referencial nacional de Spotlight, iniciativa que impulsan el Estado mexicano y la Unión Europea para combatir los feminicidios, pero aunque tienen “cuatro años para parar lo que está pasando”, sólo se han reuniendo en una ocasión. “No veo que se esté haciendo. Sólo nuevamente simulación”.

La marcha la encabeza una camioneta que contiene una ofrenda la cual será colocada en el Zócalo capitalino. Los familiares de las víctimas portan las cruces e imágenes de sus madres, hijas, hermanas, primas que fueron asesinadas.

Al mediodía, la marcha llegó al Zócalo capitalino. Las familias colocaron en el pavimento flores, cruces e imágenes de las víctimas de feminicidio.

De igual manera, levantaron un par de cruces de 3.80 metros de altura en las cuales escribieron los nombres de las víctimas.

Frida Guerrera destacó que de 2016 a la fecha han sido asesinadas más de 9 mil mujeres.

Vistiendo camisetas y portando pancartas con fotografías de las víctimas, los manifestantes coreaban los nombres de sus familiares desaparecidas mientras marchaban desde el Monumento a la Independencia rumbo al Zócalo, la plaza principal del centro histórico de la capital, para entregar una ofrenda cerca de un altar gigante levantado por el Día de los Muertos.

“¡Ni una asesinada más!”, gritaron. “Nuestras hijas, ¿dónde están?

El Día de los Muertos se celebra el 1 y 2 de noviembre en México, y la manifestación fue promovida con el nombre de “Día de Muertas”, para atraer la atención sobre los feminicidios: en promedio nueve a diario en el país, según cifras de las Naciones Unidas. Es la segunda marcha que la organización Voces de la Ausencia organiza en un 3 de noviembre, en su intento por asociar la fecha con su causa.

“Nosotros marchamos en ´Día de Muertas´ porque necesitamos sacarlas de los altares”, dijo la periodista y activista Frida Guerrera. “Ellas no se murieron de viejitas, no se murieron de enfermedades. Fueron arrebatadas, fueron arrancadas de sus familias. Y necesitamos precisamente que ellas se vean. Que no se queden en la invisibilidad de los festejos del Día de Muertos”.

Norma, de 43 años y residente de la Ciudad de México, acudió a la marcha en memoria de su hija Valeria, una estudiante de ingeniería de 24 años asesinada en junio pasado, supuestamente por su novio. Norma, quien se negó a dar su apellido debido a que el sospechoso continúa prófugo, dijo que Valeria era una joven sana, trabajadora y querida por sus amigos y familiares.

“Queremos justicia”, declaró. “Justicia para ella, justicia para todas, para que todas las mujeres, todas nuestras hijas, nosotras mismas podamos caminar por la calle”.

Unos 30 familiares y amigos de Valeria acompañaron el domingo a Norma, así como aproximadamente 200 manifestantes más vestidos de morado.

“Se siente esa solidaridad, esa hermandad entre nosotras”, comentó Norma. “Somos hermanas del mismo dolor”.

Voces de la Ausencia surgió como un foro en línea y ha crecido hasta abarcar a más de 100 familias, comentó Guerrera, cuya organización presiona a los fiscales a investigar los casos y ayuda a los familiares con los trámites del proceso judicial.

Guerrera dijo que los manifestantes exigen “interés real” de parte de las autoridades para combatir la violencia de género. Le dio crédito a México por inscribirse en mayo pasado a la Iniciativa Spotlight, un proyecto auspiciado por la Unión Europea y las Naciones Unidas con el objetivo de erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, aunque argumentó que los avances a nivel nacional han sido lentos.

Antes de que la marcha comenzara, el sacerdote y activista por los derechos humanos Alejandro Solalinde roció las cruces moradas con agua bendita.

Una vez en el Zócalo, los manifestantes escribieron los nombres de las víctimas en cruces más grandes, y el plan era clavarlas en el Monumento a la Madre, el más reciente en una serie de “antimonumentos” informales que han surgido para denunciar la violencia, la represión y la impunidad en el país.

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