WASHINGTON, Estados Unidos, 6 de mayo (AP).- El gobierno del presidente Donald Trump planea permitir el ingreso de 30,000 trabajadores temporales extranjeros para hacer labores estacionales hasta finales de septiembre, una medida que refleja cómo el auge económico ha complicado los intentos de Trump de restringir la inmigración.
Los detalles del plan estaban en un borrador obtenido por The Associated Press. Beneficiaría a las compañías que desbullan ostras, pescaderías, madereras y hoteles de temporada, incluido el club “Mar-a-Lago” propiedad de Trump, todos los cuales contratan inmigrantes para trabajos estacionales que, según activistas, los estadounidenses no harían.
Las visas, conocidas como H-2B, serán otorgadas sólo a los extranjeros que ya la han tenido en los últimos tres años fiscales. Muchos de ellos regresan con los mismos empleadores año tras año. Esos trabajadores ya han sido aprobados, son de confianza y es poco probable que se queden una vez que expiren sus visas, dijeron las autoridades.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos comenzará a recibir solicitudes de empleadores a nombre de los empleadores una vez que la norma se publique en el Registro Federal, probablemente el miércoles.
La sólida economía ha complicado encontrar mano de obra ,y el número de visas temporales es de máximo 66,000 por año fiscal, una cantidad que algunas empresas y legisladores consideran muy desactualizada, sobre todo cuando la tasa de desempleo está en su nivel más bajo en 49 años.
Los empleadores han alegado que necesitan desesperadamente más mano de obra, contradiciendo a los republicanos que afirman que las visas quitan los trabajos a estadounidenses. Trump también se ha beneficiado tanto de trabajadores temporales como de personas que trabajan en el país sin autorización en sus clubes de golf.
Al interior de la Casa Blanca algunas personas, como el asesor Stephen Miller, buscan restringir la inmigración legal, incluso mediante la reducción en el número de visas para trabajadores muy capacitados, y suspender o limitar la entrada a Estados Unidos de individuos de países cuyos ciudadanos suelen exceder su tiempo de estadía autorizado.
Mientras tanto, el yerno de Trump, Jared Kushner, lleva meses trabajando en su propio paquete de reforma inmigratoria, reuniéndose con legisladores y grupos de interés, para intentar implementar cambios en la ley inmigratoria y seguridad fronteriza que los republicanos puedan apoyar con la mira puesta en la elección presidencial de 2020.