Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y María Luisa Albores González, directora de Alimentación para el Bienestar, presentaron el programa “El maíz es la raíz”, una iniciativa integral que tiene como eje la conservación, producción y comercialización del maíz nativo mexicano, considerado la base cultural, histórica y alimentaria del país.
Albores destacó que se trata de un proyecto construido durante meses con organizaciones campesinas, especialistas y colectivos comunitarios.
Subrayó que las campesinas y campesinos han sido los guardianes de la biodiversidad, preservando durante generaciones las distintas razas de maíz que hoy existen en México.
Un plan nacional para rescatar la milpa y fortalecer la soberanía alimentaria
Objetivo central
El programa busca impulsar la conservación, producción y transformación del maíz nativo, fortaleciendo los sistemas agroalimentarios comunitarios y revalorando la milpa como un sistema único en el mundo.
La estrategia contempla:
- Aumento de productividad mediante acompañamiento técnico especializado.
- Acceso colectivo a maquinaria ligera, adaptada a cada región.
- Intercambios de saberes tradicionales.
- Conservación de semillas nativas.
- Valor agregado para comercialización (tortillerías, tostadas, totopos).
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Etapas y regiones donde iniciará el programa
El plan iniciará en 2026 en dos grandes regiones: Sureste y Pacífico Sur, donde se concentran siete estados y más de 437 municipios:
- Oaxaca
- Chiapas
- Guerrero
- Tabasco
- Campeche
- Yucatán
- Quintana Roo
En esta primera etapa se atenderá a 677 mil cinco familias productoras que trabajan 886 mil 687 hectáreas de maíz nativo.
Para 2030, la meta es cubrir ocho regiones, con un universo total de 1.5 millones de productores en casi 1.9 millones de hectáreas.
Milpatecas y relevo generacional: el corazón comunitario del proyecto
Una de las innovaciones del programa es la creación de comunidades milperas, grupos de 100 familias que recibirán acompañamiento permanente de promotores comunitarios. Cada 10 promotores estarán respaldados por un técnico territorial experto en agroecología.
Además, se integrará a jóvenes del programa Jóvenes Construyendo el Futuro para impulsar el relevo generacional en el campo.
Albores explicó que el mayor obstáculo del maíz nativo nunca fue la genética, sino la falta de apoyo agronómico básico. Con acompañamiento técnico, dijo, la producción puede triplicarse.
Más allá de producir: transformar y vender a precio justo
La presidenta Sheinbaum detalló que el programa busca que los campesinos dejen de vender su excedente a intermediarios y en su lugar lo transformen en productos con mayor valor agregado. El plan contempla impulsar:
- Tortillerías comunitarias
- Tostaderías
- Producción de totopos y derivados
- Comercialización con sello de maíz nativo
La economía social, que acompañará estas iniciativas, permitirá que las ganancias lleguen directamente a las familias productoras.
Un rescate cultural y económico de largo plazo
Sheinbaum afirmó que el maíz nativo es la raíz de México, y que el objetivo es garantizar que las familias campesinas conserven su tradición milpera, se alimenten de ella y obtengan un ingreso justo.
“Queremos que más de 1.5 millones de campesinas y campesinos sigan sembrando su propio maíz. Es la esencia de México”, concluyó.
El programa “El maíz es la raíz” representa uno de los esfuerzos más amplios del Gobierno federal para fortalecer la soberanía alimentaria, proteger la biodiversidad agrícola y dignificar el trabajo campesino en todo el país.
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