La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este lunes que no acudirá a la inauguración del Mundial 2026, programada para el 11 de junio en el Estadio Azteca. En su lugar, aseguró que elegirá compartir la experiencia con la ciudadanía en el Zócalo capitalino, donde se transmitirá el partido inaugural.
“¿Cuánto cuesta un boleto para el Mundial? Yo voy a ver la inauguración aquí con la gente, en el Zócalo, y voy a darle mi boleto a alguien que nunca tendría la oportunidad de ir”, declaró la mandataria.
Añadió que su decisión “no tiene nada de malo” y que, por el contrario, refleja la esencia de su gobierno: cercanía y representación popular.
Un gesto simbólico: entregar el boleto a quien nunca podría asistir
Sheinbaum explicó que su intención es que una persona sin posibilidades económicas pueda vivir la experiencia histórica del Mundial en el estadio.
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El gesto busca enviar un mensaje claro sobre las prioridades de su administración y su visión de un gobierno que comparte con el pueblo los espacios que suelen ser reservados para élites.
También explicó que, en caso de que jefes de Estado visiten México para la inauguración, serán recibidos un día antes y se organizará una reunión privada si es necesario.
Rechaza reconsiderar su asistencia pese al simbolismo histórico
Al recordarle que solo dos mujeres líderes han encabezado inauguraciones mundialistas —Dilma Rousseff en 2014 y la Reina Isabel II en 1966— la mandataria descartó cambiar de postura. “No”, respondió de forma tajante ante la pregunta de si reconsideraría asistir por el significado histórico.
Sheinbaum también reveló que comunicó personalmente su decisión al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien, según dijo, reaccionó positivamente. “Le pareció muy bien, dijo: ‘nunca había escuchado esto y habla de usted, de lo que piensa’”, relató.
Un mensaje político en un evento global
La decisión de la presidenta, a seis meses de que arranque el torneo, envía un mensaje de estilo político y de identidad: la inauguración se vivirá desde el corazón de la capital junto al pueblo, no necesariamente desde el palco internacional.
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