
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó su rechazo a cualquier forma de represión tras los hechos ocurridos el pasado 7 de mayo en Balancán, Tabasco, donde un operativo de fuerzas estatales y elementos de la Guardia Nacional disolvió con violencia una protesta estudiantil.
“No debe haber represión, nunca”, subrayó Sheinbaum durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, al referirse al operativo que dejó al menos 10 personas heridas, entre ellos estudiantes y docentes del Instituto Tecnológico Superior de Los Ríos.
La mandataria sostuvo que el gobernador tabasqueño, Javier May, ya está interviniendo para esclarecer los hechos y garantizar que no se repitan.
“Sé que está en diálogo con los estudiantes y tomando medidas. A veces estas acciones derivan de decisiones policiales y no del gobernador”, explicó.
Los manifestantes exigían la destitución del director del Instituto, Iván Arturo Pérez Martínez, acusado por la comunidad estudiantil de acoso sexual, abuso de poder y nepotismo.
Para presionar a las autoridades, bloquearon con llantas y palos la carretera que conduce a la cabecera municipal, acción que motivó la intervención de los cuerpos de seguridad.
El gobernador Javier May justificó el operativo argumentando que el bloqueo afectaba a la población, pero el uso de gases lacrimógenos y la fuerza desmedida desató duras críticas hacia su administración, especialmente por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos.
El llamado al diálogo y la condena a la violencia por parte de la presidenta podrían marcar un nuevo enfoque en la relación entre autoridades y movimientos estudiantiles en el país.
IO