La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP) desarrolló protestas pacíficas en edificios de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en Ciudad del Carmen, en reclamo al Consejo de Administración por no haber modificado las condiciones de jubilación, las cuales fueron cambiadas hace años en perjuicio de la base trabajadora del país. Las secciones seis y siete denunciaron que fueron engañados por Rocío Nahle García, ex presidenta del Consejo, quien aseguró que la orden presidencial sería atendida de inmediato. Sin embargo, decenas de trabajadores siguen esperando jubilarse, algunos con condiciones de salud deterioradas.
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El primer plantón fue frente al Edificio Administrativo I, donde Sergio Narváez Vargas, secretario general de la sección 7, exigió la restitución de una jubilación digna para los petroleros.
Narváez señaló que buscan revertir la modificación al esquema de retiro, que elevó la edad de jubilación de 55 a 65 años. “Diez años más de espera implican que enfermedades laborales se conviertan en fatalidades”, advirtió.
El llamado fue dirigido al Consejo de Administración de Pemex y a la Secretaría de Energía, quienes pueden modificar la normatividad. Pese al conflicto, Narváez reconoció que la administración actual ha mostrado apertura al diálogo. “Nuestras protestas son pacíficas y respetuosas. Buscan también respaldar a quienes nos representan”, expresó.
En la sección 7 hay alrededor de 400 afiliados, de los cuales al menos 50 cumplen con los requisitos del esquema anterior, pero deben esperar una década más para jubilarse.
Demanda Justa
Minutos después, en otro edificio sobre Avenida Universidad, la sección 6, liderada por Enrique Leyva Torres, denunció que el convenio de retiro a los 60 años fue cancelado por una “revisión interna”, lo que ha causado gran inconformidad entre los trabajadores, quienes advierten que trabajar hasta los 65 años es insostenible.
Leyva Torres también denunció el incumplimiento del compromiso presidencial de otorgar la basificación a técnicos y profesionistas transitorios, un beneficio que sí se otorgó al sindicato petrolero (STPRM) pero que sigue pendiente para la UNTyPP. En la región, hay cerca de 500 trabajadores en esa situación, algunos con más de 30 años de servicio sin base.
Por su parte, Dalila Grant García, secretaria de Relaciones y Difusión de la sección 6, subrayó que este fue un compromiso público, pero solo recibieron un convenio intermedio que fue cancelado. Mientras tanto, a los sindicalizados del STPRM se les mantiene la jubilación a los 55 años, mientras que a ellos, considerados como profesionistas de confianza, se les impuso el nuevo esquema de 65 años, sin contemplar el desgaste físico y mental, especialmente en plataformas petroleras.
“Es una discriminación abierta dentro de la misma empresa. No somos trabajadores de segunda. Esta lucha es por nuestros derechos adquiridos, no estamos pidiendo favores. Es inaceptable que en una empresa que ha sostenido al país se nos niegue una jubilación digna”, sentenció.
JGH
