
México y Estados Unidos anunciaron nuevas medidas en conjunto para enfrentar el brote del gusano barrenador, una plaga que afecta al ganado, con el objetivo de reabrir las exportaciones de ganado mexicano a territorio estadounidense.
Durante una videoconferencia entre Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México, y Brooke Rollins, secretaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se establecieron los pasos a seguir para enfrentar esta emergencia.
Uno de los acuerdos más importantes es la renovación de la planta de producción de moscas estériles en Metapa, Chiapas, destinada a combatir el gusano barrenador.
Además, se implementará una estrategia de regionalización para mantener libre de la plaga la zona norte de México, reforzando las medidas de control, movilización e inspección del ganado.

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Rollins expresó su satisfacción con los esfuerzos de México y solicitó más tiempo para completar el análisis de las medidas adoptadas, mientras que Berdegué invitó a una misión de expertos de la USDA a visitar México para verificar la efectividad de la campaña.
A pesar de la reducción en los nuevos casos de gusano barrenador, México aún enfrenta desafíos, con la confirmación de seis casos de miasis humana por la plaga en Chiapas.
El brote, que había sido erradicado en 1991, representa un grave riesgo para la salud animal y la economía ganadera de México, que se ha visto afectada por la suspensión temporal de exportaciones.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que el cierre de fronteras podría resultar en pérdidas de hasta 11.4 millones de dólares diarios para el país.
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