
La Secretaría de Salud reportó en su Boletín Epidemiológico del 26 de mayo seis casos de miasis cutánea provocada por el gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) en seres humanos.
Cinco corresponden a Chiapas —dos en Mapastepec y uno, respectivamente, en Huixtla, Tapachula y Escuintla— y el sexto se localizó en Candelaria, Campeche.
Cuatro pacientes han sido dados de alta, uno continúa en tratamiento ambulatorio y otro permanece hospitalizado, detalló la dependencia.
La miasis ocurre cuando las larvas de la mosca invaden tejido vivo; sin atención rápida pueden producir necrosis, pérdida de funciones orgánicas e incluso la muerte.
Aunque la plaga afecta sobre todo al ganado, desde abril se han documentado contagios humanos en el sureste.
El brote sanitario trae consecuencias económicas. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) suspendió temporalmente la importación de reses, bisontes y caballos mexicanos para evitar la propagación del parásito, detectado hasta Oaxaca y Veracruz.
La medida encarece el mercado binacional y, según el Consejo Nacional Agropecuario, puede costar a los ganaderos mexicanos 11.4 millones de dólares diarios en ventas perdidas.
Medidas y recomendaciones
- Vigilancia zoosanitaria: SENASICA refuerza cercos sanitarios, inspección de corrales y tratamientos antiparasitarios en 10 estados.
- Atención médica inmediata: Salud llama a acudir al hospital ante heridas con secreción o dolor inusual; la limpieza temprana impide que la larva profundice en el tejido.
- Prevención comunitaria: Cubrir cortes, usar repelente y desinfectar establos reduce la atracción de la mosca.
Autoridades estatales de Campeche y Chiapas han desplegado brigadas para identificar posibles focos en animales domésticos y conscientes, mientras que la federación negocia con Washington protocolos de certificación acelerada que permitan reabrir la frontera pecuaria tan pronto el brote quede contenido.
Con seis pacientes humanos, millones de cabezas de ganado en riesgo y un freno comercial de alto impacto, el gusano barrenador reaparece como un desafío de salud pública y económica que México no enfrentaba desde su erradicación oficial en 1991.
Las siguientes semanas serán clave para cortar la cadena de contagio y reactivar el flujo agropecuario hacia el mercado estadounidense.
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