
El Tren Maya reconoció que entre enero y junio de 2024 se registraron 241 incidentes relacionados con su operación.
De acuerdo con el Programa de Avance Institucional 2023-2024, presentado ante la Secretaría de Hacienda, los problemas más frecuentes fueron la caída de objetos en las vías, con 122 reportes, y la pérdida de potencia en trenes, con 114 casos.
En ese mismo periodo también se reportaron un descarrilamiento en marzo, dos deslaves en junio y un equipo en mal estado en febrero. Además, en respuesta a una solicitud de información, la administración reconoció que un menor de edad fue arrollado por la maquinaria del tren en el mismo lapso.
Opacidad en la información de accidentes
A pesar de que el informe detalla los incidentes ocurridos en la primera mitad de 2024, los datos posteriores han sido reservados.
En 2025, una solicitud ciudadana para conocer el número de accidentes fue respondida con la instrucción de consultar la página de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF); sin embargo, al acceder no aparece información reciente, lo que impide conocer las estadísticas actualizadas.
Noticia Destacada
“Eso no debería haber pasado”: Director del Tren Maya informa sobre el descarrilamiento en la Estación Izamal
El reciente descarrilamiento en Izamal
El pasado 19 de agosto, un vagón del Tren Maya se descarriló en la estación Izamal, Yucatán. Usuarios señalaron que el percance se debió a un error de los operadores encargados del cambio de vía.
Un día después, el director del Tren Maya, Óscar David Lozano Águila, informó que se trató de una “anomalía” y que ya se abrió una investigación por parte de la Comisión Dictaminadora de Accidentes.
Amenazas reconocidas en la operación
En su Programa Anual de Trabajo 2025, la administración del Tren Maya reconoció que los incidentes en vías representan una amenaza real para la operación del transporte. Por ello, se establecieron planes de acompañamiento, capacitación de personal y protocolos de atención a emergencias.
El documento también prevé como riesgo la opinión negativa de grupos de interés, lo que muestra que el proyecto no solo enfrenta retos técnicos, sino también sociales y ambientales.
IO