Ramón Huertas Soris
“El ser humano puede informarse con conocimientos, motivarse, apreciar futuros posibles decidiendo cuál apoyará a que se realice, planear cómo actuar, actuar, organizar y sistematizar resultados, generalizar y grabar experiencias de manera mental y física. Todo cuanto hace el ser humano lo realizará con cierto grado de programación externa y también con independencia creativa personal. Desconocer contenidos de lo expresado afectaría el desempeño saludable en el arte, deporte y ciencia de existir como ser individual y como ser social, porque nos limitaría para ser protagonistas de los eventos de nuestras vidas, empezando por la salud”.
La salud es un patrimonio de la condición humana y, como tal, es un derecho y también un deber contraído con la existencia. La salud personal alimenta la salud del entorno humano. La salud del entorno nutre a la salud de cada persona. El deber para con la salud es de naturaleza personal y un compromiso con el bienestar del colectivo. Una nación, para lograr sus realizaciones humanas colectivas y de todos los individuos que lo conforman, debe establecer las garantías objetivas y subjetivas para un entorno saludable y para que cada ciudadano exista como consciente protagonista de su vida, apto para concretar la realización y aportación de su salud personal.
En la gestión del Gobierno actual está la intención de cambiar el estado del país en que un alto por ciento de mexicanos viven en condiciones deficientes de garantías para sus realizaciones humanas, algunas muy elementales. Es una jugada inteligente apostar por la salud, ya que la Cuarta Transformación necesita actores con liderazgo, pero no líderes mundiales en consumo de Coca Cola, en obesidad, en diabetes, etc., que enfrentan un ‘pronóstico’ para las próximas décadas de un 75 por ciento de la población padeciendo enfermedades degenerativas, en ciernes o ya en manifestación.
Cierto que se deben cambiar las estructuras institucionales deficiente en materia de salud; por supuesto que debe concretarse una mayor funcionabilidad institucional para atender la salud de todos los ciudadanos; pero nunca debe olvidarse una esencia metodológica, que es vital en la estrategia y Pedagogía para los cambios necesarios pretendidos, nos referimos al fundamento de ideas que guía siempre a todo cambio en colectivos humanos, para que los protagonistas puedan enfocarse bien en los procesos de informarse, decidir y actuar consecuentemente.
Efectivamente, los grandes cambios hoy proyectados en la salud de los mexicanos requieren un sustento ideológico orientador, capaz de lograr que las acciones pro salud, colectivas y personales, sean suficientemente acertadas. México necesita actuar en pos de elevar la salud ciudadana, promoviendo y acreditando una correcta Ideología de la Salud para la Cuarta Transformación y, para lograrlo, habrá que redactar un manifiesto gubernamental con alto profesionalismo, didáctico, pedagógico y científico; capaz de despertar un interés ciudadano por los conocimientos necesarios, para que cada persona se proyecte a ser el gran protagonista de su salud; convencido de que sí podrá contar con las condiciones para el éxito y convencido de que la condición clave para lograrlo es la de un entorno saludable, en el que su derecho a portar y expresar salud, está acompañado de su deber de contribuir, con su salud personal realizada, a la salud de toda la nación.