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Opinión

¿El TREN y demás proyectos, calamidades o bienestar para ejidatarios y campesinos Mayas?

Por Pedro Quijano Uc

Desde la visión del capital imperial y hegemónico mundial ( neoliberalismo) y de sus corifeos mexicanos, quienes siguen la lógica extranjera de sus amos, han dirigido la política pública en el campo de modo e.x.p.a.n.s.i.v.o. a partir digamos de los 90s., arrasando y devastando la tenencia de ejidos o comunidades de pueblos originarios para que sus territorios se trasladen a otros dueños: los empresarios y así, continuar y avanzar en el modelo de las infraestructuras de rascacielos de vidrio y comercios elegantes para incrementar su lucro de unos cuantos; pero esta es una de las partes: lo fundamental que se encuentra detrás de esa monstruosidad posmodernista o de primer mundo, es el robo de los recursos naturales que subyace bajo nuestros pies…. ¿con el nuevo gobierno, se continuará con tal política depredadora contra los seres vivos vegetales, animales y humanos?

El tema es de vital importancia para los yucatecos y en general para la Península, por lo que tenemos en nuestras manos: agua, petróleo, uranio, etc.. No obstante, son pocos los referentes que reflexionan ante el no menor asunto de la sobrevivencia; denuncian y en la práctica se movilizan, intentando defender la naturaleza defendible y darle otra alternativa, entre éstos el Equipo Indignación, la Asamblea Much Xiimbal y recientemente el Frente Campesino en defensa de la Tierra y de la Vida; en ese sentido cobra relevancia el 1er. Encuentro de pueblos, ejidos y grupos campesinos en contra del despojo de territorios, contra la contaminación del agua, los parques eólicos y solares e incluso el tren Maya que el Frente Campesino realizará en caliente. En este mismo contexto, se encuentran “el proyecto Monreal”: La Ley de Desarrollo Agrario y la recién aprobada (4 de diciembre) Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, instrumentos importantes los dos, si se tratara de fortalecer la soberanía nacional y alimentaria en particular, pero si lo que se intenta desde las esferas del poder público, es sintonizarse con las cúpulas archiempresariales para que los territorios dejen de ser de los pueblos originarios y se les entregue a esos archiintervencionistas extranjeros, entonces la óptica política y social hacia el campo mexicano está en grave riesgo.

Para Yucatán y la Península, insistimos, con 6 parques solares, 9 parques eólicos y granjas para 49 mil cerdos en una intención de sembrarlas en unas 15 mil hectáreas, está ya para preocuparnos ¿no?, las más de 10 empresas como ”Eólico del Golfo”, “Fuerza y Energía Limpia de Yucatán”, “Bhce” y otras que desde el 2016 le están dando rápido y duro, son algunas, y aunque momentáneamente se les paró legalmente al Acuerdo de Sustentabilidad de la Península de Yucatán, ASPY, quien es la principal promovente en la generación de electricidad vía “energía verde”, sin dar tiempo al respiro se agregó desde Noviembre y 16 de Diciembre el “Tren Maya” con una inversión de 150 mil millones de pesos en su mayoría capital foráneo, que ocupará tan solo en vías 1500 kilómetros, abarcando a 5 Estados del Sur Sureste, al respecto se afectará si no se hace nada, a la segunda reserva ecológica del Continente Americano en Kalakmul, Campeche…. La prisa de los capitalistas extranjeros y mexicanos es tan vertiginosa, que en un despertar de ojos, podría consumarse todo lo que acabamos de describir: la injusta agresión sobre nuestra madre tierra y la propia vida de nosotros…

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