Alvaro Cepeda NeriPrólogo Político
I.- Aparte de escuchar en vivo y en directo de la inauguración del Congreso de la Unión, me entero de más información con las crónicas de los reporteros (sobre todo de La Jornada y Reforma: 2/IX/18), que es ya memorable por el giro de 180 grados desde la democracia directa a la democracia representativa, por los más de 30 millones de votos a favor del partido Morena. Hay de todo. La consagración política de Muñoz Ledo (quien no mencionó a Cárdenas, el otro zapapico en 1988, contra De La Madrid y Salinas de Gortari), y de quienes en la Corriente Crítica, iniciaron el derrumbe de los cimientos del priísmo. Le tocó a la guerrerense Claudia Ruiz Massieu Salinas representar las siglas de lo que fue un partido de gobierno, desde 1946 con el estigma de Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo y Peña. Estaba nerviosa. Temerosa. Y no era para menos. Daba el réquiem al PRI. Y escupió sobre su cabeza.
II.- El PRI de Peña deja la mesa servida… de corrupción, mal gobierno, fusilamientos, feminicidios, desaparecidos, crisis económica, endeudamiento bestial, pobreza masiva y una imparable violencia sangrienta con miles de homicidios, narcotráfico y conflictos sociales que se desbordan en barbaries por falta de justicia. El PRI de esos diez ex presidentes (Peña ya es un ex), fueron de menos a más corrupción, el mal económico-político que más lo dañó. Y como un Sol de putrefacción, alrededor suyo se crearon cientos de satélites mucho más o igualmente nocivos que pusieron las condiciones para que en unas elecciones auténticas, sin fraudes al estilo priísta, lo pusieran fuera de combate para quedar en el sótano con vías a desaparecer; que es su destino con todo y que le cambien de nombre, porque ya está sentenciado a muerte tras haber sido guillotinado por los electores que le cavaron su tumba con una votación nunca vista en 72 años. Así que doña Claudia, la hija de Ruiz-Massieu en matrimonio con la hermana de CSG, ha de tirar la última palada al féretro.
III.- ¿Que dejó la mesa servida? Sí. Pero desbordada de corrupción que Peña llevó a su máxima expresión a la par de su pésimo gobierno violentamente sangriento con homicidios cercanos al medio millón. Complicidades con los ricos y millonarios, por medio de su neoliberalismo económico. Y disminución de las libertades con sus desgobernadores del PRI y del PAN y del PRD, el triunvirato de la catástrofe social. Deja una Nación sumida en todas las desgracias: pobreza, hambre, enfermedades, desempleo, salarios infames y su grupo, peor que una mafia de ladrones, incapaces e ineficientes empezando por él, su jefe; quien debería ser llevado a Juicio Político para deslindarle responsabilidades por corrupción. Así como por la vía penal por encubrir asesinatos y fusilamientos. El PRI dejó la mesa puesta, pero llena del excremento de la corrupción. ¿Perdón y olvido? A ningún precio. Es ahora o nunca que un ex presidente responda de sus actos. Si López Obrador y Morena no lo enjuician, la indignación nacional no se los perdonará.
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