Por Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- De entre su mal gobierno, Peña dejó la corrupción como saqueo; la pobreza de 55 millones de mexicanos; el desempleo de 20 millones sobreviviendo en la informalidad; una deuda impagable de ¡10 billones de pesos!; y muchos problemas más que tienen sitiado al presidencialismo en el callejón sin salida de una crisis general. Sin embargo, la inseguridad es el más grave con millones de delitos perpetrados por las delincuencias y sus sicarios y secuestradores actuando en la total impunidad; con todo y que soldados, policías y marinos (algunos de éstos, cómplices de esos matones), andan por todo el territorio, aunque enfrentados con mejores armas y estrategias. Esa violencia sin límites es el problema vital a resolver. O tal vez ya es muy tarde para un levantamiento que complemente la guerra en ciernes encabezada por las autodefensas, generalizando la justicia por propia mano. Los narcotraficantes llevan seis sexenios (1982-2018) al frente de las miles de organizaciones que les sirven de pantalla para asesinar, robar y secuestrar; sometiendo a la población civil a un terrorismo pistola en manos, para atemorizar o matar a todas horas y diariamente.
II.- El miedo colectivo de más de 100 millones de connacionales, raya en la desesperación social y la angustia individual. En tanto el incompetente próximo encargado de la Secretaría de Seguridad que está por crearse: Alfonso Durazo (quien ya empezó a tantear ser el próximo candidato a gobernador de Sonora), solamente se ha concentrado en insistir que para fines del sexenio lópezobradorista, los militares estarán de regreso a sus cuarteles. Ya lo han callado en sus reuniones por decir tantas sandeces, porque no sale de su frase: “México es una tumba”. No va a poder con el encargo y la delincuencia le ha respondido aumentando su capacidad de matar por matar en todo el territorio. Desde los ex presidentes del montón, batidos de corrupción e ineficacia: De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, los mexicanos hemos sufrido el aumento de las violencias. Y todas las noticias giran en torno a los miles de homicidios, desapariciones, feminicidios, estudiantes violadas y asesinadas, etc. No hay piedad.
III.- Así que la inseguridad se ha convertido en el problema fundamental. Un problema de muerte con todo y los anuncios sobre la aprehensión de cabecillas delincuenciales. Pero esas organizaciones con sobrenombres de mafias, retan a los gobiernos y se han convertido en los amos y señores de la vida de los mexicanos. Imponen los homicidios para sembrar el terror y disponer así a su antojo de lo que fue la paz social. El lópezobradorismo debe dejar de lado sus proyectos y ensimismarse en presionar a Peña para que en estos tres meses apuntale la lucha contra esas violencias; y los legisladores de Morena con sus aliados –que son mayoría–, obliguen a Peña a cumplir con sus obligaciones en materia de seguridad. De lo contrario, si solamente siguen festinando su victoria, encontrarán el uno de diciembre el inicio de la guerra de todos contra todos, al enfrentar el pueblo a sus verdugos.
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