María Teresa Jardí
Del año que se va tristemente, lo más destacable es la lucha de las mujeres por hacerse visibles. Y digo tristemente porque si algo cabía pensar que se iba a dar con el cambio, era el fin de los feminicidios que han ido al alza durante 2019. Feminicidios que, en particular, se cometen contra mujeres jóvenes como si de una epidemia mortal se tratara o en el intento de que no paran revolucionarios que enfrentan a los conservadores.
Las mujeres zapatistas, en la Segunda Convocatoria al Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, que se celebra por estos días en el Sureste mexicano, atacado por los megaproyectos y el tren que MORENA avala, hacen un balance de la violencia que contra la mujer se ha seguido aplicando durante 2019.
“… estamos convocando a este Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan con un solo tema: la violencia contra las mujeres... Nos asesinan y nos desaparecen porque somos mujeres… Como que vemos claro que el sistema capitalista y patriarcal es como un juez que ha dicho que somos culpables de haber nacido mujeres y, por tanto, nuestro castigo por ese delito es la violencia, la muerte o la desaparición. Cuesta mucho, hermana y compañera, ponerlo en palabras, porque es como una maldad muy grande que no se le puede poner un nombre. Y si ahora se dice “feminicidio” o como le pongan, no se ve que cambie nada. Siguen las muertas y las desapariciones... Todavía tenemos que luchar contra la discriminación en la casa, en la calle, en la escuela, en el trabajo, en el transporte, con conocidos y con desconocidos, aparte es que dicen que buscamos morirnos. No, no morirnos, sino que nos violen, que nos asesinen, que nos descuarticen, que nos desaparezcan… Porque lo que vemos es que como que pedacean nuestro dolor: una violada por un lado, una golpeada por otro, una desaparecida por allá, una asesinada más acá... Así está la cosa, que vale más un vidrio o una pared rayoneada, que la vida de una mujer... te contamos que hace algunos años, antes de nuestro alzamiento y el inicio de la guerra contra el olvido, acá en las fincas valía más un pollo que la vida de una indígena. ¿No se puede creer? Pues sí, así decían los finqueros… Tanto nos atacan que hasta ya parece que es un negocio del sistema. Si hay más mujeres asesinadas o desaparecidas o violadas o violentadas, entonces hay más ganancias. Tal vez por eso no se detiene esta guerra contra las mujeres. Porque ya no se puede creer que, cada día, son desaparecidas o asesinadas mujeres en todas partes, y el sistema sigue tranquilo, contento, sólo preocupado por la paga… De repente puede ser que, si seguimos vivas, si no somos violentadas, entonces se arruina el negocio. Como que también habría que analizar si, al mismo tiempo que sube el número de mujeres violentadas en el mundo, suben también las ganancias de los grandes capitalistas...”
Pues sí, así las cosas también con MORENA. No sé si están a tiempo de parar y de verse en los ojos del esperpento que con la Biblia en la mano, echó de Bolivia al presidente Morales, y hoy amenaza a la embajada de México. El inconcebible intento de una morenista de acabar con el Estado laico pone los pelos de punta. No hay religión buena ni fanatismo que no sea perverso.