Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- En el dramático contexto de la peste pulmonar que arrecia en nuestro país, no ha sido capaz el lópezobradorismo de ponerse al frente de la triple crisis que padecemos: de salud, económica y social, donde están dependiendo los trabajadores, las empresas de todos tamaños y, claro, la sociedad civil, es decir: el pueblo; en donde el gobierno federal y de las entidades, ya deberían haber integrado una más real Federación para resolver los problemas que se han ido agravando y de cuyas respuestas depende el inmediato destino de la Nación. El llamamiento de Coparmex (publicado en todos los periódicos, incluso algunos de circulación local en los estados), el lunes 20 de abril, debe ser punto de partida para que sus objetivos inicien de inmediato, sin prejuicios y mucho menos sin que los gobiernos de los poderes ejecutivos (gobernadores y el presidente de la República), eludan la urgencia de sumar sus obligaciones para combatir la peste del coronavirus, y simultáneamente plantear y convenir en reactivar todos los aspectos de la economía privada y pública.
II.- Lo anterior lleva como finalidad evitar una catástrofe de consecuencias irreversibles, para lo cual, dicho documento se fundamenta en cuatro convocatorias. Pedir que los mexicanos “nos mantengamos unidos” (que mejor hubieran dicho: en unión, para implicar la pluralidad de pensamiento). Dos: Mantener los empleos a salvo y en actividad. Número tres: que los mexicanos ayudemos a convencer al gobierno Federal para que apoye el salario solidario, financiado con los impuestos que pagan los contribuyentes, Y, cuatro: que por medio de trabajadores y empresarios, se logre un acuerdo federal y nacional. Con esto se trata de avocarse al corto plazo, para apuntalar el mediano plazo, que permita al país disminuir los daños y afianzar las condiciones de mejorar las perspectivas del crecimiento y el desarrollo dentro del sistema político-económico. Se trata de apoyar que las empresas no desaparezcan. Y que los trabajadores no pierdan lo que han conquistado sindicalmente, con la mira de minimizar los estragos causados por la pandemia.
III.- La Confederación Patronal de la República Mexicana suscribe un llamado democrático, para que gobernados y gobernantes pacten la UNION del Estado Federal con mayor intensidad, acatando los derechos y las obligaciones de todos sus integrantes, tanto en lo individual como en lo colectivo, con el objetivo de poder rescatar todo lo que sea posible e intentar lograr salidas a los cuestionamientos presentes. No se trata de que los gobernantes se sometan a un llamado, sino que encabecen la unión nacional de trabajadores y empresarios, para atender las urgentes necesidades que reclama el momento actual. La peste no debe ser obstáculo. Y debemos encontrar atajos de calidad para impulsar la productividad y la producción para reimpulsar el desarrollo y el crecimiento económicos. “La Nación pide acción y la pide ahora... debemos actuar y hacerlo con rapidez” (Franklin Delano Rooseveelt); en el libro: La era de Rooseveelt, de Arthur M. Schlesinger, Jr.
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