Por Víctor Rodríguez
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 15 de noviembre.- Ante la falta de una adecuada regulación del buceo en cenotes y cavernas en el estado que ha cobrado la vida de varios turistas y guías, es urgente que los diputados locales puedan legislar para crear una ley o reglamento que involucre no sólo la certificación sino a quien preste el servicio, los que rentan los tanques y los propietarios de estos cuerpos de agua, para ordenar la actividad a fin de evitar la pérdida de vidas humanas y que se vuelve al mismo tiempo promoción negativa para el destino, reclamó el secretario general del sindicato de buzos de Playa del Carmen, Francisco Chan.
Entrevistado al respecto, señaló que tuvieron conocimiento del deceso de dos turistas alemanes en el cenote denominado “Kalimba”, ubicado en la carretera a la zona arqueológica de Cobá, los cuales no lograron salir con vida desafortunadamente, y con ello suman siete los buzos fallecidos en el interior del cuerpo de agua en los últimos 12 años que se abrió al espeleobuceo, recordando que el primer caso fue de cuatro visitantes norteamericanos, luego un canadiense que entró solo y en short, y ahora estos dos alemanes.
Sin embargo, tras los lamentables hechos reconoció que los accidentes suceden porque llegan turistas, sobre todo del extranjero, y aprovechando a que en Quintana Roo no hay una ley que los obligue acompañarse de un guía local certificado, además de que no existe una regulación de las ‘tanqueras’, aquellos que le rentan los tanques y equipos, sin que investiguen la certificación a quienes acuden a ellos.
Citó como ejemplo que normalmente un recorrido de cueva de Gran Cenote a Kalimba es casi de dos horas aproximadamente, de modo que, aunque desconocen las causas por lo que perdieron la vida y que pudiera ser por varios factores, demanda una ley o reglamento que pueda regular el buceo en cenotes y cavernas.
lanzó el llamado a los legisladores a que diseñen una iniciativa de ley o reglamento para ordenar la actividad y permita el castigo a quien lo infrinja y evitar con ello que estemos de nuevo en la mala publicidad como destino, pero ante todo puedan preservarse vidas.