Por Yolanda Gutiérrez
ISLA MUJERES, 16 de noviembre.- Por segundo día consecutivo permanece el puerto de Isla Mujeres cerrado a la navegación menor a causa del frente frío número 10, cuyos efectos remiten poco a poco, lo que podría conllevar una paulatina reactivación de las actividades náuticas durante el fin de semana.
Prestadores de servicios náuticos y pescadores sufren en carne propia los efectos del “norte”, que les impedirá desempeñar sus actividades con normalidad en los próximos días, en virtud que, según los pronósticos, será hasta el fin de semana cuando dejará de influir gradualmente.
Por el momento, se pronostica cielo medio nublado a nublado, lluvias aisladas con chubascos ocasionales, así como viento fresco del norte y noroeste de 15 a 25 km/h, con rachas más fuertes.
En tanto que, según el boletín meteorológico de la Semar, prevalecería el viento del norte-noroeste de 37 a 46 km/h con rachas de 55 a 64 km/h y olas de 3 a 3.50 metros en la costa de Quintana Roo, canal de Yucatán y región noroeste del mar Caribe, condiciones que remitirán paulatinamente en las próximas horas con un giro en el viento, que rotará al noreste con velocidades de 27 a 27 km/h y rachas de 46 a 55 km/h, así como olas de 1.80 a 2.40 metros.
Agencias de viajes y marinas no reportaron cancelaciones en virtud que no aceptaron reservaciones para estos días, previendo el cierre del puerto y confían que puedan laborar con normalidad, así como las cooperativas turísticas, al menos una parte del fin de semana largo con motivo del 20 de noviembre.
Quienes lo tendrán más difícil para reincorporarse a sus labores serán los pescadores de la localidad, ya que aun cuando el puerto abra, se ven imposibilitados de desplazarse hasta los puntos en los que arrojan sus trampas langosteras o los buzos buscan el producto entre las rocas o en el fondo marino.
Los hombres de mar refirieron que por lo general no les es posible salir a trabajar el mismo día que abre el puerto porque más allá de la costa la marejada es bastante fuerte para una embarcación menor y como mucho faenan cerca de la orilla, donde no encuentran demasiado producto, ni escama ni langosta.
El problema surge al momento en que los malos tiempos se prolongan por espacio de varios días, como suele suceder en esta época del año, cuando la entrada de un norte implica automáticamente el cierre del puerto para embarcaciones menores, disposición que a veces dilata una semana.