Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 26 de septiembre.- Para mejorar la situación penitenciaria en el estado, el gobierno de Quintana Roo trabaja en el proyecto del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Leona Vicario, el cual servirá para combatir la sobrepoblación de la cárcel de Cancún y brindar mejores condiciones de estancia para los reclusos.
Así lo dio a conocer el director de la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (Agepro), Eduardo Ortiz Jasso, quien dijo que llevan más de 8 meses trabajando en el proyecto de manera coordinada con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP); en el que actualmente existen cuando menos 15 empresas que están interesadas para invertir mediante el esquema de Asociación Público Privada (APP).
En entrevista que brindó a los medios de comunicación hace pocos días, Ortiz Jasso señaló que el Cereso de Leona Vicario, en el municipio Puerto Morelos, servirá para albergar a cuando menos 2 mil internos, estimando una inversión inicial de 2 mil millones de pesos, cifra que podrá variar conforme se vaya avanzando con el proyecto.
La propuesta forma parte de las acciones emprendidas por el gobierno del estado para mejorar el sistema penitenciario de Quintana Roo, con lo cual se combatirá el hacinamiento de la cárcel de Cancún y se brindarán mejores condiciones de estancia para los reclusos, así como mejores programas de reinserción social, entre otros beneficios.
“Llevamos más de 8 meses trabajando en reuniones técnicas para este proyecto. Actualmente la cárcel de Cancún presenta un problema importante, estaba diseñada originalmente para 700 internos y hoy tiene más de un mil 500. A raíz de esta necesidad la Secretaría de Seguridad Pública, que es la cabeza del sector, nos convocó a varias dependencias, incluida la Agepro, para trabajar en el proyecto concreto para hacer un Cereso que estaría en Leona Vicario, en el municipio de Puerto Morelos”, comentó Ortiz Jasso.
Mencionó que ya se ha trabajo en la certeza de la tierra, que contempla 40 hectáreas; además que tienen un trabajo interno con un comité de evaluación de empresas interesadas en participar bajo un modelo de APP, “hemos tenido reuniones, hemos estado evaluando todos los aspectos, seguramente será un proyecto que se podrá echar a andar en la presente administración”, añadió.
El titular de la Agepro indicó que el esquema de Asociación Público Privada (APP) es el más adecuado y rentable para diseñar el nuevo Cereso, pues recordó que muchas de las cárceles federales (Centros Federales de Readaptación Social) están apostando por este modelo, señalando que “hoy los Ceferesos, los federales, todos están en su mayoría en un modelo de APP. Hay un interés genuino en este esquema y los centros penitenciarios están operando de esa manera en Estados Unidos, en México y en Sudamérica”.
“El esquema de APP es un modelo de negocio donde la empresa hace la inversión, recibe una contraprestación por interno y tiene un plazo de recuperación; donde ellos se hacen cargo de la vigilancia, el trabajo de reinserción social; porque además estos proyectos ya son integrales, no es nada más tenerlos recluidos, sino que hay un trabajo de reinserción social fuerte, alimentarlos, salud. La verdad es que ya hemos tenido reuniones muy interesantes con expertos y de la mano de la SSP vamos a seguir apoyando y trabajando por un Quintana Roo más seguro”, concluyó Ortiz Jasso.
De acuerdo con el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, realizado en 2017 por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la capacidad del Cereso de Benito Juárez es para un mil internos, pero en ese año se contabilizó una población de un mil 594 hombres y 72 mujeres, con lo que se detectó un serio problema de hacinamiento provocado por la sobrepoblación de los internos.
La cárcel de Cancún resultó reprobada en 4 de 5 rubros, siendo los siguientes: aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno, aspectos que garantizan una estancia digna, condiciones de gobernabilidad y reinserción social del interno.
En el 2017 este centro penitenciario obtuvo una calificación promedio de 4.45, por debajo del 5.61 que recibió el Cereso de Chetumal. Ambas cárceles estatales han salido con calificación reprobatoria en los últimos 12 años (2006-2017), según revela el estudio elaborado por la CNDH.
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